Octavio Enríquez: “He sentido no solo su apoyo y colaboración sino también su afecto y cariño, lo que jamás olvidaré”
Al dejar el cargo de vicerrector de la sede Concepción Talcahuano, el Dr Enríquez entregó un mensaje a toda la comunidad de la sede local y expresó su agradecimiento por el trabajo y colaboración de cada uno de los integrantes de la familia Unab.
Al terminar estos diez años de gestión como vicerrector de la sede de Concepción-Talcahuano de la Universidad Andrés Bello, quisiera en primer lugar expresarles, a todos y todas, mi gratitud profunda por su colaboración, trabajo, entrega y dedicación a las diferentes tareas y actividades institucionales. Ello compromete no solo mi gratitud en términos personales sino la de la institución en su totalidad. He sentido no solo su apoyo y colaboración sino también su afecto y cariño, lo que jamás olvidaré.
Esta relación se ha expresado no solo en mi opinión, sino que en las diferentes encuestas que se han aplicado durante este tiempo, que destacan el clima laboral exhibido por la sede.
Otro aspecto a destacar es la función primera de enseñanza y transformación de los estudiantes. Ellos han siempre evaluado positivamente a esta sede a través del NPS y de los indicadores de satisfacción estudiantil.
Particularmente notable es que desde muy temprano esta sede universitaria se ha vinculado en forma creciente, importante y efectiva con el medio. Una manifiesta prueba de ello han sido las ininterrumpidas y exquisitas actividades de extensión cultural. Quisiera agregar que, si bien yo fui invitado inicialmente a la Universidad a hacerme cargo del desarrollo de las actividades vinculadas con la salud, en los últimos 10 años la función ha sido integral y ha alcanzado a otras áreas disciplinarias, las que han merecido toda nuestra atención para su pleno desarrollo.
Un tema de primerísima importancia más hoy que ayer es la promoción efectiva de una mayor equidad de género, lo que, al igual que en otras áreas ha sido liderado desde nuestra sede y que ha servido de ejemplo a replicar.
Pero nuestro trabajo se vio especialmente desafiado como tarea y misión humana en el periodo actualmente en curso de la pandemia. El vector de esta infección, como sabemos, son las propias personas, por lo tanto, nos ha movido como prioridad durante este difícil proceso el cuidado de la salud de ustedes, de todos los estamentos, estudiantes, académicos y colaboradores y la continuidad del servicio educacional. Ello se ha desarrollado adecuadamente y así lo siento.
Esta es una gran institución no sólo por sus méritos académicos, sino por la relación humana entre las personas que la componen, en particular y muy en especial en esta sede que me honró representar durante este ciclo. Quisiera desearles que sean esencialmente felices, como yo lo he sido durante estos últimos 10 años. Extiendo finalmente estos deseos de felicidad en la vida laboral, a la vida personal y familiar de todos, todas y cada uno de ustedes.
Si bien dejo de ejercer la función que he desempeñado durante este periodo seguiré vinculado a la UNAB a través de un comité asesor externo para el relacionamiento de la institución con el medio. Por lo tanto, esto no es un adiós es hasta siempre.
Les saluda
Octavio Enríquez Lorca