Mega | Los riesgos de la exposición solar en verano y cómo elegir un buen protector

La temporada de mayor exposición al sol ya comenzó, y con ella aumentan las precauciones que debemos tomar para proteger la piel. Aunque el uso de protector solar es necesario durante todo el año, el verano eleva el riesgo de quemaduras y lesiones cutáneas. En conversación con Meganoticias, el académico de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello, Francisco Álvarez, advirtió que “nueve de cada diez personas desarrolla cáncer de piel por exposición solar”, por lo que la prevención no puede relajarse.

Álvarez aclaró que, aunque es común hablar de “bloqueadores”, el término correcto es “protectores solares”, ya que no bloquean por completo la radiación. Señaló que el mínimo recomendado para uso diario es FPS 30, mientras que las personas con piel sensible, niños y embarazadas deberían optar por FPS 50. También recomendó esta protección más alta para quienes suelen aplicarse el producto de forma incompleta, porque el nivel de cobertura influye directamente en la efectividad.

El académico insistió en que la técnica de aplicación es clave. El protector debe cubrir rostro, cuello y orejas, y debe utilizarse al menos 30 minutos antes de la exposición al sol. Además, es necesario reaplicarlo cada dos horas, ya que la transpiración y el agua reducen su efectividad. “Si entro al mar o a la piscina, la duración es mucho menor, sobre todo si no uso un protector resistente al agua”, añadió.

Respecto a los tipos de protectores, Álvarez explicó que existen opciones químicas y minerales. Las primeras funcionan bien en la mayoría de las pieles, mientras que las segundas se recomiendan para personas con piel muy sensible o con indicación dermatológica. También señaló que un buen protector debe ofrecer cobertura tanto para rayos UVA —relacionados con el envejecimiento— como para UVB, responsables de las quemaduras solares.

La elección del formato también depende del tipo de piel y del uso. Las lociones libres de aceite favorecen a quienes tienen piel grasa; las cremas más espesas funcionan mejor en piel seca; y los sprays resultan ideales para personas que se maquillan o para quienes buscan una aplicación rápida, especialmente en niños. Incluso mencionó los protectores en barra, útiles para labios y zonas específicas del rostro.

Aunque muchos esperan una alternativa más cómoda, como una pastilla protectora, Álvarez descartó su existencia. Explicó que la protección tópica seguirá siendo la opción más efectiva, ya que actúa directamente en la piel y evita efectos adversos que podrían surgir con un medicamento oral.

El académico también abordó los signos de alerta asociados al cáncer de piel. Recomendó consultar a un dermatólogo ante la aparición de manchas, cambios en un lunar, bordes irregulares, diferencias de tonalidad o dolor al tocar la zona. Recordó que el riesgo aumenta en personas con antecedentes familiares de cáncer cutáneo y en quienes trabajan al aire libre o pasan muchas horas al sol.

Chile, además, presenta un riesgo mayor debido al adelgazamiento de la capa de ozono. Por eso, según Álvarez, la exposición debe controlarse incluso en días nublados o durante actividades cotidianas. “Cinco minutos sin protección ya generan daño”, enfatizó.

Finalmente, recordó que la reaplicación es tan importante como la primera capa. Quienes realizan deporte al aire libre deberían usar protectores resistentes al agua y aumentar la frecuencia de uso, ya que la transpiración reduce la duración del producto. “El protector solar no es solo una crema: es una herramienta de prevención”, concluyó.

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