Libro sobre imaginarios educativos revela una mirada adultocéntrica en el aula
La Carrera de Educación Parvularia de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello invita a la Presentación del Libro Imaginarios Educativos: Significaciones sociales que otorgan los adultos educadores a los lenguajes en la primera infancia.
Una mirada a las creencias y convicciones que tienen los adultos en torno a los niños y cómo, a partir de ellas, interpretan lo que los niños nos comunican, es lo que expone el “Libro Imaginarios Educativos. Significaciones sociales que otorgan los adultos educadores a los lenguajes en la primera infancia”. El texto escrito por Karina Villarroel, directora de la carrera Educación Parvularia Sede Concepción de la Universidad Andrés Bello, emerge desde la investigación doctoral en torno a la interpretación que los adultos educadores realizan frente a las expresiones de niños y niñas que asisten al nivel sala cuna.
El libro será presentado este 26 de noviembre a las 13 horas. Esta presentación será un espacio de reflexión, problematización y nuevas aperturas frente al rol del educador durante los primeros años de vida y contará con las exposiciones de Carlos Calvo Muñoz, Profesor de Filosofía y Doctor en Educación, Javier Abad Molina, Artista visual, Doctor en Bellas Artes, Ángeles Ruiz de Velasco Gálvez, Psicomotrista, Doctora en Pedagogía y Karina Villarroel.
Sobre el contenido de este tomo, su autora adelanta que “Una imagen posible de observar en la experiencia profesional es la idea de un niño o una infancia única, homogénea, que responde a etapas evolutivas universales, que desconoce contextos, diferencias, singularidades, historias, realidades; que pasa por alto la diversidad y, desde ella, no toma en cuenta las múltiples posibilidades que niños y niñas pueden adoptar para expresarse”.
Agrega que un ejemplo de esto se observa en espacios educativos de salas cunas, donde un grupo de niños y niñas, en tanto personas singulares y sujetos de derecho, no tienen más opción que participar de una propuesta didáctica planeada por adultos que se fijan un mismo objetivo y estrategia de enseñanza para todos, delimitando qué, cómo, con qué, dónde, etc. deben aprender niños y niñas. “Esto coarta la exploración, la curiosidad, el asombro, limita su propensión a aprender (Calvo, 2015) ya que el adulto ha teñido el espacio ambiente de creencias y expectativas de aprendizaje que no dialogan, con lo que maravilla a los niños. Y así como el adulto restringe las experiencias, lo hace con las posibilidades expresivas, con los lenguajes que son limitados a lo verbal, lo escrito y, en ocasiones, lo gestual”.
Si la imagen que los adultos construyen es de una infancia única, ¿se espera entonces un lenguaje común de la infancia? ¿Qué lenguajes de niños y niñas acoge el adulto? ¿Los adultos determinan las posibilidades de aprendizaje desde sus límites del lenguaje? Esas son las preguntas a las que intenta dar respuesta este trabajo.
Los interesados en participar pueden acceder directamente desde la página de la Agenda Unab.