Libro Matilda y las Mujeres en Ingeniería en América Latina destaca experiencia de UNAB

Pese a los avances conseguidos en los últimos años, las desigualdades de género continúan siendo una barrera significativa en muchas disciplinas. Esta es parte de la temática que explora el libro Cátedra Matilda y en particular el capítulo Trabajando colaborativamente para el aumento de mujeres en STEM, escrito por Lilian San Martín Medina y Camila Zapata Casabón, académicas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello.

Tal como señalan es su escrito, “a pesar de que las mujeres constituyen una mayoría en la matrícula total de educación superior en Chile, su presencia en ingeniería es alarmantemente baja”. Según el informe Brechas de género en la educación superior 2023 del Servicio de Información de Educación Superior (SIES), ellas representan el 52,5% de la matrícula total en primer año de pregrado, pero solo el 38,9% de los estudiantes en las carreras de ingeniería.

Lilian San Martín y Camila Zapata

El texto se basa en la experiencia desarrollada por UNAB y relata cómo, mediante el trabajo conjunto y el apoyo institucional, es posible generar un cambio real que permita a las mujeres no solo ingresar, sino también prosperar en estos campos. “En la Universidad Andrés Bello (UNAB) en Chile, desde nuestra Facultad de Ingeniería hemos podido incrementar la participación femenina en carreras de ingeniería del 18% en 2022 al 24% en 2023, al llegar a un 31% el 2024 en la Sede Concepción”.

Las autoras destacan ejemplos clave de programas como Beca Ingenia, que ha permitido a mujeres acceder a formación avanzada en ingeniería, y Hack4Women, que promueve la participación femenina en hackatones y desafíos tecnológicos. Estos programas han sido claves para crear un espacio inclusivo que favorezca tanto el acceso como la permanencia de las mujeres en las carreras STEM.

La directora de escuela de la Facultad de Ingeniería de UNAB Concepción, Lilian San Martín, señala que, «la educación superior tiene el potencial de transformar las brechas de género, brindando oportunidades para que las mujeres no solo entren, sino que se mantengan y logren el éxito en estos ámbitos… Hemos logrado generar un camino de oportunidades para que las mujeres puedan destacar en estos campos”.

Enfatiza, además, que «como universidad, tenemos la responsabilidad de ser agentes de cambio, promoviendo políticas y programas que no solo aborden las desigualdades en el acceso, sino que también aseguren que las mujeres tengan las mismas oportunidades de éxito que sus compañeros hombres”.

Camila Zapata, en tanto, destaca la relevancia de espacios como la Cátedra Matilda, que se ha convertido en un referente regional para visibilizar y fortalecer la participación de las mujeres en la ingeniería. Según Zapata, «Cátedra Matilda no solo permite compartir experiencias, sino también construir una red de apoyo que ayuda a superar las barreras que enfrentan las nuevas generaciones de ingenieras”.