Laboratorio de Nanotecnología de la U. Andrés Bello apoya a alumnas del Liceo N° 1 Javiera Carrera en proyectos científicos
Hace más de una década el Centro de Bioinformática y Biología Integrativa, CBIB, de UNAB mantiene una estrecha relación con las estudiantes del emblemático liceo, con las que han desarrollado más de seis proyectos de investigación.
Hasta Estocolmo, Suecia, viajaron hace unos días las estudiantes Josefa Palma y Viviana Pazmino de cuarto medio del Liceo N°1 Javiera Carrera, para participar en el “Stockholm Junior Water Prize”. Ellas fueron las representantes de Chile en este concurso donde participaron 36 países, tras ser seleccionadas en el certamen “Junior del Agua”, que organizó la Dirección General de Aguas del MOP.
Para llegar hasta el viejo continente y participar en este concurso fueron apoyadas por investigadores del Laboratorio de Nanotecnología liderado por el profesor José Manuel Pérez-Donoso, que forma parte del Centro de Bioinformática y Biología Integrativa, CBIB, el cual opera al alero de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB).
“Nuestra relación con el Liceo 1 Javiera Carrera se remonta a más de una década, gracias al vínculo con la profesora Roxana Nahuelcura. Juntos hemos desarrollado más de seis proyectos de investigación escolar, varios de ellos con gran éxito: en 2013 obtuvimos el primer lugar en el mundial de ciencia escolar en Estocolmo y en 2014 fuimos finalistas”, explica el Dr. Pérez-Donoso.
Fue así, como en 2024 la profesora Nahuelcura volvió a contactar al investigador de la UNAB para que pudiera asesorar a alumnas del liceo que tenían interés en investigar en el Laboratorio de Nanotecnología. Así fue como Josefa y Viviana llegaron a la UNAB y comenzaron a diseñar un proyecto que uniera sus intereses con la experiencia y líneas de investigación del equipo del CBIB.
Ciencia escolar con impacto
Las alumnas del Liceo N°1 aislaron e identificaron, en el Laboratorio de Nanotecnología de la UNAB, la bacteria en un medio con ampicilina y su capacidad para degradarla. De esta forma, se propuso el uso de la bacteria como un método factible para combatir la creciente contaminación de antibióticos en las aguas residuales.
La mentoría estuvo a cargo de dos miembros del laboratorio: Claudio Dietz, estudiante del Doctorado en Odontología Traslacional de la UNAB y Maximiliano Silva, estudiante de la carrera de Ingeniería en Biotecnología.
Ellos trabajaron directamente con Josefa y Viviana, guiándolas en la formulación de hipótesis, el diseño experimental, la ejecución de pruebas en el laboratorio y el análisis de resultados. Además, las apoyaron en la preparación de sus presentaciones para las distintas instancias de competencia científica.
“Esto refleja el espíritu de nuestros investigadores: hacer ciencia de excelencia con un impacto real en la sociedad, en este caso, a través de la formación de jóvenes talentos”, señaló el profesor Pérez-Donoso, agregando:
Nuestro sueño es ampliar las oportunidades para descubrir vocaciones científicas en todos los rincones del país, acompañar a quienes sueñan con investigar y contribuir al desarrollo de Chile. ¿Por qué no soñar también que entre estos jóvenes puedan surgir, algún día, futuros premios Nobel de ciencia para nuestro país?
“Es, además, un orgullo para nuestra universidad que la ciencia desarrollada en sus laboratorios llegue a las aulas escolares y sea reconocida a nivel nacional e internacional”, concluyó el investigador Pérez-Donoso.
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