22 Agosto 2025

La Tribuna | La renuncia de Marcel y la fragilidad técnica del manejo económico

El director del Magister en Tributación de la UNAB, Dr. José Navarrete, aborda la sorpresiva salida del secretario de Estado, anunciada por el Gobierno.

La sorpresiva renuncia de Mario Marcel al Ministerio de Hacienda, anunciada este jueves 21 de agosto, conmueve el corazón de la estabilidad económica nacional.

Marcel abandona el cargo por “razones personales”, según fuentes oficiales, dejando tras de sí un vacío técnico en momentos de alta exigencia: la elaboración del presupuesto 2026, las colocaciones de bonos y un entorno internacional complejo, entre otros temas de importancia.

Desde su llegada al gabinete del presidente Boric en marzo de 2022, Marcel aportóMarcel Hacienda economía gobierno renuncia una cuota de rigor técnico que tranquilizó a los mercados.

Su trayectoria, como expresidente del Banco Central y artífice de reformas clave, lo convertía en un contrapeso esencial en una administración cuyo enfoque económico, en parte, carecía de antecedentes sólidos en ese ámbito.

En ese sentido, Marcel era un “conocido” dentro del mundo económico, el que, aunque es bastante diverso, se caracteriza por un componente técnico importante.

La gestión de Marcel

Durante su gestión se impulsaron reformas de gran calado: la reforma previsional, la Ley de Cumplimiento Tributario, iniciativas para apoyar a las pymes y la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE), proyectos todos que aportaron equilibrios técnicos a decisiones sociales urgentes.

Sin embargo, Marcel enfrentó derrotas, como en marzo de 2023, cuando se rechazó la idea de legislar la reforma tributaria, o el incumplimiento de la meta fiscal.

También estuvo bajo escrutinio por controversias como los traspasos de fondos desde Corfo al Fisco, aprobados para evitar un mayor endeudamiento, pero cuestionados como inusuales.

«Es la economía»

La frase “es la economía, estúpido”, acuñada en la campaña de Clinton-Bush en 1992, cobra fuerza cuando recordamos que, más allá de disputas ideológicas, lo que verdaderamente determina la vida de todas las personas es la consistencia del manejo económico de una nación.

Inflación, empleo, seguridad social, inversión: todo depende de una conducción técnica robusta, no de eslóganes.

Y, en ese sentido, la sensación es que buena parte de los logros del Gobierno en estas áreas descansaban sobre los hombros de Marcel.

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