La Tribuna | Humo de incendios forestales: especialistas alertan por graves riesgos respiratorios
Sara Contreras, directora de Enfermería de U. Andrés Bello, abordó diversos temas relacionados a este tipo de incidentes, los cuales son perjudiciales para la salud.
La exposición al humo de incendios forestales y a otras fuentes de combustión representa un riesgo grave para la salud, especialmente para el sistema respiratorio.
Así lo advirtieron especialistas del área médica y de enfermería, quienes alertaron sobre los efectos inmediatos y a largo plazo que provoca la inhalación de gases tóxicos y material particulado fino, especialmente en personas con enfermedades crónicas, niños y adultos mayores.
Durante la tarde del martes recién pasado, un incendio forestal inició en el sector rural de Santa Fe, en la comuna de Los Ángeles. El incendio fue de tal magnitud que obligó a las personas a evacuar ante un eventual peligro mayor.
Humo de incendios: riesgo para la salud
La directora de la Escuela de Enfermería de la Universidad Andrés Bello (UNAB) sede Concepción, Sara Contreras, complementó que el humo de los
incendios forestales es una mezcla de gases y partículas finas provenientes de árboles, vegetación y otros materiales en combustión, capaces de irritar ojos y vías respiratorias y agravar enfermedades cardíacas y pulmonares preexistentes.
Además, advirtió que el mayor riesgo está en la exposición prolongada al humo, así como en el contacto con cenizas, que pueden provocar irritación en la piel y mucosas, especialmente en personas cercanas a los focos de incendio.
Síntomas frecuentes
Entre los síntomas más frecuentes asociados a la inhalación de humo se encuentran la tos con o sin mucosidad, irritación de garganta, dificultad para respirar, dolor torácico, latidos acelerados, picazón ocular y dolor de cabeza.
Frente a este escenario, la especialista enfatiza la importancia de adoptar medidas de protección, considerando la cercanía con el incendio.
Si no es posible evacuar, se recomienda refugiarse en zonas con menor presencia de vegetación, cubrir la nariz y la boca con un paño húmedo o utilizar mascarillas N95, las cuales ofrecen una mayor protección frente a las partículas finas.
También es fundamental mantener puertas y ventanas cerradas, evitar actividades físicas, no fumar ni generar otras fuentes de contaminación intradomiciliaria, y ventilar adecuadamente cuando las condiciones lo permitan.
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