La Tercera | Investigador de la UNAB explica por qué Chile debe “domar el sol” e invertir en la gran energía del futuro
Cristóbal Parrado aseguró que nuestro país cuenta con “energía de sobra” para el desarrollo de esta industria y remarcó el gran impacto económico que podría tener en términos de empleo e ingresos.
En un nuevo capítulo de Charlas Board de La Tercera, Cristóbal Parrado, profesor e investigador del Centro de Transformación Energética de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello , explicó las razones de por qué nuestro país debe invertir en energía solar y tiene la oportunidad de convertirse en un lugar propicio para el desarrollo de esta industria, especialmente en respuesta a la gran demanda energética por parte de nuevas tecnologías como las supercomputadoras y los data centers de inteligencia artificial.

El especialista comentó que Chile cuenta con “energía de sobra” para convertirse en un país que no solo exporte materias primas como cobre o litio, sino que también productos de gran valor agregado como energía solar.
En ese sentido, Parrado expuso que una de las ventajas comparativas que tiene Chile es el Desierto de Atacama, que a lo largo de sus 105 mil kilómetros cuadrados genera una radiación de 308 Watts por metro cuadrado al día, la más alta de todo el mundo.
“En solo ocho horas de sol tenemos 108 mil TWh (Tera Watts hora) de energía, cantidad que podría ser ocupada para abastecer 27 veces a un país como Estados Unidos. O sea, el mensaje aquí es claro: la energía nos sobra. Lo que necesitamos es inteligencia para administrar esa energía”, sostuvo.
Además, remarcó que esta oportunidad se hace hoy aún más interesante debido a que los costos de los paneles fotovoltaicos han bajado un 89% en los últimos diez años.
A juicio de Parrado, el impacto económico de este tipo de energía es contundente: permitiría generar casi 300 mil empleos de aquí al 2030, entre ingenieros, data scientists, data analysts, operadores de electrolizadores y formación de capital humano avanzado.
El profesor Parrado proyectó que “tenemos cerca de US$ 30 mil millones anuales que se podrían estar consiguiendo, tanto por la exportación de hidrógeno y los servicios digitales, como también por nuestra propia exportación de energía en algún futuro”.
Los desafíos
Como retos para el desarrollo de esta industria, Parrado mencionó que se requiere mayor infraestructura, particularmente la construcción de la primera línea de transmisión en alto voltaje, que permitirá transmitir los electrones verdes desde el norte hasta el centro o sur del país.
“También necesitamos tarifas horarias flexibles que permitan incentivar la instalación de baterías y de concentración solar, ya que así las empresas pueden decidir cuándo y cómo gestionan la energía”, agregó.
Enfatizó, además, en la necesidad de un fast-track regulatorio: “Necesitamos que nuestros políticos trabajen en políticas energéticas claras, simples, y que se termine la permisología”.
Con esto, más el rol activo de la industria y las universidades, “no solamente seremos un país que exporta materias brutas, sino que podremos vender nuestro sol en formato premium y con mucho valor agregado”, concluyó el académico.
Puedes ver el episodio completo en este enlace
                                                                English version