La Tercera | Inclusión de examen de reserva ovárica en Fonasa reabre debate sobre la crisis de natalidad
Sara Parada, directora de Obstetricia UNAB Santiago, analizó en La Tercera el impacto de esta medida en la salud reproductiva y en la toma de decisiones informadas por parte de las mujeres.

Sara Parada, directora de Obstetricia UNAB sede Santiago
La reciente decisión del Ministerio de Salud de incluir el examen de reserva ovárica en la canasta de prestaciones de FONASA ha generado un amplio debate sobre la baja natalidad en Chile y el acceso a información clave para la salud reproductiva de las mujeres.
La medida permitirá a las usuarias conocer su potencial fértil a través de un análisis hormonal (AMH), lo que puede ayudar a planificar con mayor claridad la maternidad, sobre todo considerando el retraso creciente en la edad para tener hijos.
En este contexto, La Tercera consultó a la directora de la carrera de Obstetricia de la Universidad Andrés Bello, sede Santiago, Sara Parada, quien valoró la iniciativa como una herramienta que “abre una puerta a la democratización de la salud reproductiva”. La académica destacó que contar con esta información a tiempo puede marcar una gran diferencia en las decisiones personales y familiares.
Desde el 17 de marzo ya se puede solicitar la medición de AMH; en otras palabras, medir la cantidad de óvulos que tiene una mujer.
Al estar dentro de las prestaciones con código, permite reducir en un 50% su precio, pasando de $46.890 a $23.440 por parte del paciente, reduciendo el gasto del primer acto fundamental para tomar decisiones.
Al ser un indicador clave de la capacidad reproductiva de una mujer, su adhesión en la oferta de prestaciones es vista con buenos ojos por especialistas. “Va a ser siempre un aporte desde la perspectiva de ir mejorando el acceso a la posibilidad de un tratamiento de fertilidad”, explica Sara Parada, directora de la carrera de obstetricia en la Universidad Andrés Bello.
Desafíos pendientes
Sin embargo, para Sara Parada, el problema no está solo en la medicina reproductiva, sino en cómo el país concibe la maternidad. “No hay una corresponsabilidad real. Ni en la crianza, ni en las condiciones laborales, ni en la salud”, defiende. Si bien valora avances como el postnatal de seis meses o la ley de pensión de alimentos, “aún estamos lejos de tener una red de apoyo efectiva”.
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