La Tercera | Drogas sintéticas: el riesgo emergente para la salud pública en Chile y la región
Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia UNAB, explica el potencial riesgo de las distintas drogas sintéticas que circulan actualmente en nuestro país.
Una nueva droga ha sido rastreada en Sudamérica. Hablamos del “tranq”, nombre informal para un estupefaciente que contiene xilacina, sedante y analgésico usado exclusivamente en medicina veterinaria, especialmente para animales de gran envergadura como caballos, vacas y ciervos.
El reciente hallazgo del “tranq” en Argentina, reportado recién a mediados de mayo, ha encendido las alertas debido a los riesgos que implica su consumo, como la posibilidad de provocar depresión respiratoria o incluso un paro cardiorrespiratorio.
Sus efectos están a niveles similares que el fentanilo, opioide sintético 100 veces más fuerte que la morfina, utilizado en pacientes con enfermedades graves como cáncer, y que ha generado una crisis nacional en Estados Unidos y causado la muerte de 74.702 estadounidenses en 2023 y 76.226 en 2022, según estimaciones dadas a conocer por Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU.
Actualmente, el uso de drogas sintéticas alcanza una prevalencia del 1,2% en la población, de acuerdo con el estudio más reciente del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA).
Se suman las drogas duras
“En los últimos años, en Chile hemos comenzado a enfrentar una nueva forma de consumo de drogas”, asegura Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello.
Torres plantea un escenario donde drogas tradicionales como la marihuana y la cocaína, que siguen siendo de fácil acceso, se agregan al panorama de las drogas duras, que muchas veces suelen llegar desde el extranjero o se fabrican acá, en lo que se conocen como “cocinas de drogas”.
“El riesgo para la salud pública es mayor, ya que muchas veces se ignora tanto la composición como la concentración de estas drogas, así como las impurezas peligrosas que contienen”, complementa.
Muchas veces, las personas no solo se intoxican por la droga en sí, sino también por los ácidos, bases o solventes orgánicos altamente tóxicos con los que fueron elaboradas.