La Tercera | ¿Dónde está el piloto?
El subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, reflexionó sobre las lecciones del programa piloto “Gas para Chile” del Ministerio de Energía.
Hemos visto recientemente los resultados del flamante programa “Gas para Chile”, liderado por ENAP y el Ministerio de Energía. Contrario a lo que muchos creen, este es el programa gubernamental más exitoso de los últimos 30 años y debiéramos replicarlo.
Mariana Mazzucato, en su influyente libro “El Estado Emprendedor”, argumenta que en los países exitosos el Estado toma riesgos e impacta directamente en la economía a través de la innovación. Se puede y debe, argumenta el libro, intervenir y mejorar el libre mercado a través de la burocracia estatal.
En la nueva izquierda chilena estos conceptos calaron hondo. No está de más decir que sus conclusiones forman parte de los principios ideológicos fundamentales del Frente Amplio, del gobierno actual y del Presidente Boric.
Es por esto que apenas es electo como gobierno, el Frente Amplio avanza en un piloto para demostrar las bondades de las ideas de Mazzucato. El mercado del gas a granel es elegido como punto de partida, ya que es poco competitivo de acuerdo a la Fiscalía Nacional Económica. Se eligen mercados en regiones específicas para asegurar impacto y a la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) por su experiencia.
Los resultados parecen negativos a primera vista: un balón de gas que el sector privado vende a 19 mil pesos es entregado por 15 mil pesos a la población, pero el costo de producción es de 117 mil pesos. En resumen, 98 mil pesos a la basura.
Pero los resultados de fondo son muy positivos: por un “módico” costo de 591 millones de pesos (el desembolso total del programa) se evitó que políticos irresponsables mantengan posiciones maximalistas desancladas de la realidad. Se mostró de forma empírica y evidente para todos que no basta con que los políticos prometan para que el Estado cumpla.
Las políticas públicas hoy nacen de dos formas: o el Congreso se pone de acuerdo después de décadas o los cambios se aplican en formato bomba atómica. Tristes ejemplos de lo anterior son la política de pensiones y el Transantiago.
El programa “Gas para Chile” abre otra alternativa: generar experimentos a escala local para evaluar en corto plazo posiciones en conflicto. En vez de un “Estado Emprendedor”, un “Estado Experimentador”.
Un ejemplo de futuro piloto: el gobierno dice que puede entregar las pensiones de forma más barata que las AFP. Elijamos una región, un período de tiempo y un presupuesto que compita con el sector privado, y veamos cómo le va al gobierno. Lo mismo valdría para reemplazar a las Isapres, producir litio y tantas otras ideas.
Solo agregaría que, si no logran ganarle al sector privado, el líder y los impulsores de la iniciativa no puedan trabajar en el sector público por cinco años. Mazzucato dice que hay que correr riesgos, ¿están los políticos dispuestos?
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