20 Diciembre 2022

La Tercera | Cómo manejar el estrés de fin de año

"Cuando estos estresores que son estímulos, o situaciones que generan estrés y que desbordan y exceden su capacidad para hacerle frente y/o sobrepasan su capacidad psíquica, la persona puede presentar distintas manifestaciones o síntomas -explica María Carolina Carrera, directora de la Clínica de Atención Psicológica de la sede República de la Universidad Andrés Bello

Como siempre, diciembre nos tiene en una afiebrada y alterada rutina. Es fin de año y, más que un mes más en el calendario, es el cierre de un ciclo que provoca sentimientos encontrados. Por una parte, porque está lleno de hitos importantes a nivel familiar y social, y, por otra, porque implica evaluar un sinfín de propósitos hechos el 31 de diciembre anterior. Así las cosas, es perfectamente entendible que se hable del ‘estrés de fin de año’.

No es poco: los chicos terminan el colegio y algunos ya han rendido su PAES, por lo que están en tensa espera; los eventos estudiantiles se tomaron noviembre y parte de diciembre; se vienen las fiestas de Navidad y Año Nuevo, con todo lo que ello significa; los balances y las reuniones en la oficina desgastan, y la planificación de las vacaciones aumenta la ansiedad. Todo esto, con un estado físico y mental que grita cansancio, y con una calle atiborrada de tránsito, bocinazos y altas temperaturas históricas.

Todo lo anterior conforma lo que los psicólogos llaman ‘estresores’. Hay quienes saben sobrellevarlos y funcionan de manera muy normal. “Pero cuando estos estresores que son estímulos, o situaciones que generan estrés y que desbordan y exceden su capacidad para hacerle frente y/o sobrepasan su capacidad psíquica, la persona puede presentar distintas manifestaciones o síntomas -explica María Carolina Carrera, directora de la Clínica de Atención Psicológica de la sede República de la Universidad Andrés Bello (UNAB)-. Puede deprimirse, presentar labilidad emocional, pensamientos ansiosos, irritabilidad, sensación de agobio, incapacidad para relajarse e, incluso puede presentar hiperactividad. Hablamos de una sensación de tensión permanente”.

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