La Tercera | Barómetro UNAB: ritmo de mejora de la actividad anota leve desaceleración en mayo
Según el reporte del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, en el mes de mayo se observó que once variables cambiaron de cuadrante: cinco en sentido positivo y seis en dirección negativa.
El Barómetro de la Economía Chilena del Instituto de Políticas Públicas (IPP) de la Universidad Andrés Bello vuelve a apuntar a un positivo desempeño de la economía y sus distintos factores en mayo. De hecho, ha posicionado la mayoría de sus variables en el cuadrante positivo del instrumento.
El reporte de la UNAB reparte 24 variables en cuatro cuadrantes: «bien y mejorando», «bien pero empeorando», «mal pero mejorando» y «mal y empeorando».
En concreto, el 50% de los factores considerados en la medición se posicionó en el mejor de los cuadrantes, es decir, bien y mejorando. A raíz de esto, el Índice Económico IPP se mantiene en dicha calificación, al igual que los tres subíndices que lo componen.
Las 12 variables posicionadas en «bien y mejorando» corresponden a la inflación, la incertidumbre económica, el precio del cobre, la participación laboral, la creación de empleos, las exportaciones, el saldo acumulado en cuentas corrientes y depósitos a plazo, el spread soberano, el IPSA, la participación laboral femenina, la tasa de ocupación y la tasa promedio en créditos de consumo.
En el cuadrante «bien pero empeorando» se posicionaron 20,8% de los factores: remuneraciones reales, la deuda neta del gobierno central, los deudores morosos, la confianza de los consumidores y la inversión extranjera directa.
«Mal pero mejorando» contuvo al 12,5%: tasa promedio de créditos hipotecarios, el dólar y el índice de avisos laborales de internet.
En el peor sector del plano del barómetro, «mal y empeorando», se encontró un 16,7% de las variables, correspondientes al IMACEC, la confianza empresarial y la tasa de empleo informal.
Pese a que la mayoría de las variables se encuentra en terreno positivo, desde el IPP señalaron que el camino a la recuperación económica se desaceleró en el periodo durante el quinto mes del año, puesto que de los cambios de cuadrantes que se observaron en dicho periodo, 5 fueron positivos y 6 fueron negativos.
Las variables que tuvieron un cambio positivo fueron la confianza de los consumidores, que pasó de «mal y empeorando» a «bien pero empeorando»; el dólar y el índice de avisos laborales de internet, que dejaron el cuadrante «mal y empeorando» para ubicarse en «mal pero mejorando»; la creación de empleos, que se movió desde «mal pero mejorando» a «bien y mejorando»; y las exportaciones, que tuvieron un cambio radical desde el peor cuadrante al mejor.
Aquellas que empeoraron su desempeño en mayo fueron el desempleo, que pasó de «mal pero mejorando» a «mal y empeorando»; el IMACEC y la tasa de informalidad laboral, que si bien se encontraban «bien y mejorando» en el mes pasado, ahora se posicionan en «mal y empeorando». Por su parte, los deudores morosos y la inversión extranjera directa pasaron de «bien y mejorando» a «bien pero empeorando». Finalmente, la confianza empresarial se movió desde «mal pero mejorando» a «mal y empeorando».
Desde el IPP señalan que «si bien existe una desaceleración leve en el ritmo de mejora, aún se presentan señales de que la actividad económica podría llegar a sus niveles prepandemia en el mediano plazo. Además, la comparación interanual muestra una mejora significativa de la economía chilena».(Haz click para conocer el informe del mes de abril)
El desempeño por subíndice
El índice elaborado por el Instituto de Políticas Públicas se divide en tres subíndices: expectativas, situación macroeconómica y situación de los consumidores.
En el primero de estos, el IPP explicó que la confianza empresarial fue uno de los principales cambios de cuadrantes que experimentó, aunque manteniéndose en terreno pesimista desde febrero de 2022. «El sector que se encuentra en un peor escenario corresponde al de la construcción, que también experimentó la variación negativa más grande de los cuatro sectores, seguido de industria, comercio y, por último, minería, que se ubica en un terreno optimista», detalló la institución.
Por el lado positivo, destacó el desempeño de la confianza de los consumidores. Junto con aumentos en los indicadores de otras variables situadas en terreno positivo (spread soberano y la incertidumbre económica), empujaron al subíndice al área positiva.
En cuanto a la situación macroeconómica, las variables que aportan con más fuerza al posicionamiento positivo del subíndice corresponden al precio del cobre y la deuda neta del gobierno central, mientras que el dólar y el IMACEC son las que empujan hacia un empeoramiento del indicador.
En tercer lugar, los cambios en la situación de los consumidores estuvieron principalmente relacionados al mercado laboral: el desempleo, la tasa de informalidad y la creación de empleos, empujando hacia el lado negativo del plano debido a su peor desempeño. Sin embargo, fue compensado por el movimiento positivo de los avisos laborales de internet y los deudores morosos, además de las buenas cifras de la tasa promedio ponderada de créditos de consumo y las remuneraciones reales.
El IPP UNAB concluye que «la trayectoria de la economía dependerá fuertemente de la reacción de las empresas ante este escenario y sus nuevos matices, ya que aún sus niveles de confianza se encuentran en un área pesimista, lo que frena la recuperación tanto de la producción como del mercado laboral. Así, las certezas que se entreguen desde las autoridades respecto a no implementar políticas que encarezcan o desincentiven la inversión, son cruciales».