La Tercera A Bordo | Fin del CAE: ¿solucionará la crisis de financiamiento de la Educación
El reciente anuncio del Gobierno de poner fin al CAE como sistema de financiamiento para la educación superior, reemplazándolo por el llamado FES, se ha tomado la agenda de conversación en los medios de comunicación.
Una vez más el Crédito con Aval del Estado (CAE), implementado durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos, ha copado gran parte de las conversaciones de los asuntos públicos, en donde, desde luego, la academia no puede estar ausente. Días atrás, el gobierno anunció el fin de este sistema, el que sería reemplazado por el Fondo para la Educación Superior, conocido como FES.
Sobre la viabilidad de esta propuesta, que incluye una condonación para quienes están endeudados, conversaron con Polo Ramírez en A Bordo los ex ministros de Educación, Raúl Figueroa -director del Instituto de Políticas Públicas de la UNAB- y Harald Beyer, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica.
«Yo tengo la impresión de que efectivamente es un sistema relativamente caro para el país y, por lo tanto, yo mismo siendo ministro propuse un sistema distinto de financiamiento de la educación superior, donde se acababa el CAE tal como lo conocemos hoy día. El subsidio que hay que entregar para que los estudiantes puedan tener un 2 por ciento de interés es relativamente alto. Entonces, eso lo hace caro y además es un sistema que no tiene un mecanismo automático de cobro, entonces es complejo para el Estado, porque eso es políticamente costoso. La idea era buscar un sistema que mejorara la tasa de recuperación y deshacerse de los costos innecesarios», explicó Beyer.
Por su parte, Raúl Figueroa expresó que, en esa misma lógica argumental, la promesa de campaña de Boric antes de llegar a La Moneda fuera de condonar, y aquello tenía dos consecuencias; primero una consecuencia fiscal muy fuerte, lo que llevo a modificar el proyecto que se ha presentado, pero con una lógica distinta, que no es perfeccionar el sistema de crédito, sino simplemente erradicarlo. «Cuando se propone condonar toda una deuda eso tiene una consecuencia para los que son deudores y dejarían de pagar y una consecuencia sistémica, pues cuando no hay deudas que cobrar, se entiende también que se eliminan los créditos a futuro y, por lo tanto, el instrumento de financiamiento también cambiaba». Entonces, prosiguió, la promesa de condonar y eliminar era cambiar el sistema del crédito por un sistema distinto, que en su momento se entendía como la gratuidad. Esta nueva propuesta es una combinación de ambas, pero como la gratuidad es fiscalmente insostenible, incorpora el FES y lo que «yo considero es que es derechamente un impuesto para recuperar los dineros de ese fondo».
Harald Beyer también habló de las similitudes y diferencias con el proyecto que en su momento presentó Sebastián Piñera. Sobre estas últimas dijo que no permite el copago y que en el proyecto anterior se pagaba hasta lo que le cubría el Estado y ahora se puede pagar mucho más.
Figueroa, en tanto, dijo valorar la modificación de la idea original de una condonación total a una parcial, y que en este último caso se premie a quienes hayan tenido un buen comportamiento de pago.
Asimismo, se refirió al asunto de equilibrar que quienes se beneficien de una condonación parcial sean aquellos que efectivamente lo necesiten,
También cuestionó eventuales centralización de sistemas de control, la homogeneidad y pérdida de autonomía de algunas universidades.
Revisa la conversación completa en este enlace.