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La sexualidad en personas discapacitadas: Terapía Ocupacional UNAB realizó taller con experto internacional
El fin de la actividad fue promover una mirada respetuosa, informada y basada en derechos, que permita a profesionales y futuros terapeutas ocupacionales acompañar estos procesos de manera ética e inclusiva.
Promover una mirada ética, inclusiva y basada en derechos fue el objetivo del seminario “Atender la sexualidad en los procesos de acompañamiento de personas con discapacidad”, organizado por la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad Andrés Bello, sede Concepción.
La actividad, desarrollada el martes 17 de junio, convocó a estudiantes en práctica, egresados/as y empleadores vinculados a la carrera, y contó con la destacada participación del Dr. Pablo Cantero.
Es académico de la Universidad de Castilla-La Mancha (España), terapeuta ocupacional y sexólogo, reconocido internacionalmente por su trabajo en esta temática.
El seminario abordó los desafíos y oportunidades que enfrentan los/as profesionales al acompañar procesos relacionados con la sexualidad en personas con discapacidad.
A través de una perspectiva crítica y formativa, se reflexionó sobre los estigmas sociales, las barreras institucionales y la necesidad de avanzar hacia intervenciones más respetuosas y centradas en la persona.
Abordaje de la sexualidad
Pamela Seguel, encargada de Vinculación con el Medio de Terapia Ocupacional, dijo que la actividad buscó fortalecer el eje de internacionalización, promover la formación continua de egresados/as y profundizar contenidos relevantes para estudiantes de quinto año.
Además, destacó el valor de generar espacios de encuentro entre estudiantes, egresados y empleadores, favoreciendo el diálogo sobre temas complejos y ampliando las perspectivas de intervención profesional.
La docente enfatizó que es fundamental abordar la sexualidad desde la academia.
“Durante mucho tiempo se sostuvo la idea errónea de que las personas con discapacidad eran asexuadas, lo que ha contribuido a invisibilizar una dimensión central de sus vidas”, dijo.
Por eso debemos asumir este desafío formativo con compromiso ético y conocimiento actualizado.
“La sexualidad es una dimensión significativa para todas las personas, también para quienes viven con discapacidad, ya que forma parte de su identidad, afectividad y bienestar”, añadió.
Espacio de formación
Por su parte, Claudio Inostroza, secretario académico de Terapia Ocupacional UNAB, valoró el espacio como parte del compromiso curricular con una formación integral.
“No basta con una mirada biomédica. Debemos abrir la mente y comprender que la Terapia Ocupacional tiene un rol fundamental en promover una vida plena, diversa y autónoma”, mencionó.
Derribando mitos y horizonte profesional
Durante su presentación, el Dr. Pablo Cantero señaló que la sexualidad en personas con discapacidad ha sido históricamente invisibilizada o tratada desde visiones polarizadas.
“Aún persisten mitos que debemos erradicar: que son personas asexuadas o, por el contrario, descontroladas. Ninguno de estos extremos es real«, afirmó.
Necesitamos profesionales que comprendan la complejidad y acompañen desde un lugar ético y humano.
El académico también destacó el papel de la Terapia Ocupacional en el diseño de intervenciones, entornos y programas que garanticen el derecho a una vida afectiva y sexual plena.
“Desde la rehabilitación, también abordamos el cuerpo, el deseo, los vínculos. Es fundamental integrar esta mirada en la formación profesional”, manifestó.
La responsabilidad de la Terapia Ocupacional
El académico recordó que al hablar de personas con discapacidad se refiere a personas que tienen discapacidades temporales permanentes, o enfermedades que condicionan su vida.
Es importante para ellos cómo se relacionan con los demás y por eso es fundamental que los profesionales de la salud entendamos ese tipo de cuestiones.
Por ello, explicó a los asistentes que ésta es un área importante para trabajar en el ámbito de la rehabilitación.
“Los terapeutas ocupacionales deben aprender a trabajar cuestiones que tienen que ver con el cuerpo, con cómo configuramos los centros residenciales en que están las personas con discapacidad para que pueda trabajarse en este tema y para que podamos implementar programas de educación sexual en esos lugares”, finalizó.
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