La Segunda | Columna de Benjamín Villena: Informalidad y financiamiento universitario
El investigador del Instituto de Políticas Económicas de la Universidad Andrés Bello afirma que hay efectos no previstos en el proyecto de financiamiento a la educación superior que reemplazaría al CAE.
En una columna de opinión elaborada para el diario La Segunda, el profesor asociado del Instituto de Políticas Económicas de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, Benjamín Villena, analiza los efectos que, desde su perspectiva, no están previstos en la propuesta del Financiamiento Público para la Educación Superior (FES), proyecto que reemplaza al Crédito con Aval del Estado (CAE).
El profesor Villena afirma que, si bien esta iniciativa tiene la noble intención de aliviar la carga financiera de estudiantes y familias, subestima el riesgo de la informalidad laboral al aumentar fuertemente el costo laboral, en un escenario de productividad del trabajo estancada.
«Con el FES, se crearían incentivos para que las nuevas generaciones de profesionales prefieran recibir abiertamente pagos informales, y evitar los pagos del impuesto que se les cobraría para retribuir los recursos con que el Estado financiaría sus estudios. Sin un diseño cuidadoso, el sistema puede aumentar las actuales dificultades para hacer exigibles pagos de deuda o impuestos», escribe.
El investigador LM2C2 y MIPP refuerza su idea al consignar que la informalidad laboral representa alrededor de un 27% del empleo en Chile, y que podría bordear cerca de 33% con la reforma de pensiones ya aprobada en régimen (Joubert (Joubert 2015).
Asimismo, afirma que «existen otros elementos en este proyecto que hacen dudoso su impacto positivo sobre la calidad y autonomía del sistema universitario chilena. Con una mayor dependencia del arancel de referencia y de regulación estatal, puede aumentar la segregación en la educación superior, con una brecha mayor de calidad entre instituciones según su participación en el nuevo sistema».
Tras su argumentación, el investigador de la UNAB colige que la elaboración de políticas económicas requiere con urgencia una visión global de los impactos que estas pueden causar en forma indirecta a la economía.
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