28 Septiembre 2020

ORGULLO UNAB | La dura tarea de rehabilitar a un paciente mientras que otro muere por COVID

Gabriela Aguilera se tituló en la Escuela de Fonoaudiología de la U. Andrés Bello en enero y, rápidamente, se encontró en medio de la severa pandemia por COVID-19. Fonoaudióloga de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación (UMFR) en el Hospital Barros Luco Trudeau, a sus 24 años cuenta su experiencia.

 

“Desde chica, me llamaba la atención estudiar algo relacionado con el área de la salud. Empecé a investigar e informarme de distintas carreras y me di cuenta que fonoaudiología era tan completa y diversa que uno puede desempeñarse y especializarse en distintas áreas, como  educación, salud e incluso áreas artísticas y, lo más importante, es que no se enfoca solamente en un periodo del ciclo vital, sino que a lo largo de él”, abre el diálogo Gabriela Aguilera Escalona.

La joven de 24 años se tituló en la Escuela de Fonoaudiología de la U. Andrés Bello en enero 2020 y solo en meses sería parte del trabajo directo contra el COVID-19.

¿Cómo recuerdas tus años en la UNAB?
Años buenos, pero de mucho estudio. Formé amistades muy lindas, con las cuales hasta el día de hoy, a pesar de todo, tenemos contacto y la posibilidad de compartir experiencias. Recuerdo y estoy agradecida de los docentes, actualmente colegas, que me formaron. Las herramientas y el conocimiento que me entregaron, son fundamentales hoy en mi trabajo y para entregar una salud y atención integral a cada uno de los usuarios.

Gabriela Aguilera UNAB

¿Cuál es tu labor actualmente?
Mi labor se enfoca principalmente al área de deglución, por ende a la evaluación y rehabilitación de pacientes con disfagia, desde leves a severas y causadas por diferentes etiologías. A su vez, mi labor conlleva desempeñarme en distintas unidades del hospital, desde UPC, hasta unidades de menor complejidad.

¿Cómo se dio la instancia de llegar al Barros Luco?
La primera vez que llegué al Barros Luco fue un gran desafío, ya que lo hice para mi práctica profesional. Estuve dos meses aproximadamente formándome y aprendiendo en el hospital, en compañía del docente fonoaudiólogo Sebastián Sánchez.  Por la contingencia y por la alta demanda de pacientes que necesitaban atención fonoaudiológica, se abrió un cargo en la unidad. Postulé, hubo una preselección y me llamaron a una entrevista, luego de eso me pidieron que me presentara al hospital y, finalmente, fui seleccionada para el cargo.

¿Cómo describirías estos 6 meses de pandemia en tu vida?
Este tiempo ha sido duro y a la vez gratificante. Duro, ya que existe una preocupación constante por mis seres queridos por la exposición que tengo día a día al virus; por lo agotador y triste que es ver muchas veces como pacientes fallecen. Gratificante, porque ver los avances y ver lo que podemos lograr como profesionales de la salud en nuestros usuarios y sus familiares, me llena el corazón.

¿Cómo te preparaste para esta contingencia?
Me informé harto sobre los protocolos del hospital. Asistí a charlas del hospital sobre el uso de elementos de protección personales, etc. Como equipo tratamos de resguardarnos lo que más podemos en la atención, siguiendo cada uno de los pasos para protegernos a nosotros y a los usuarios.

¿Recuerdas algún momento crítico que tuviste que enfrentar durante esta pandemia?
Sin duda hay muchos momentos críticos, pero podría destacar lo difícil que es estar rehabilitando a un paciente y que el paciente de la cama de enfrente esté falleciendo por COVID. Otro de los momentos difíciles es cuando los pacientes están estables y empiezan el proceso de rehabilitación, hay avances significativos y de un momento a otro empeoran, algunos fallecen y otros retoman la rehabilitación cuando ya están mejor.

«Este tiempo ha sido duro y a la vez gratificante. Duro, ya que existe una preocupación constante por mis seres queridos por la exposición que tengo día a día al virus; por lo agotador y triste que es ver muchas veces como pacientes fallecen. Gratificante, porque ver los avances y ver lo que podemos lograr como profesionales de la salud en nuestros usuarios y sus familiares, me llena el corazón».

¿Crees que Chile ya está saliendo de la pandemia?
Creo que es muy luego para decir que estamos saliendo de la pandemia. Dentro de lo que puedo ver yo es el hospital, sí hay menos casos de Coronavirus, pero de igual manera sigue afectando severamente.

¿Crees que cambiará la visión que se tiene del fonoaudiólogo por la población general y los equipos de salud una vez que pase la pandemia?
De todas maneras. Siento que la profesión  se ha dado a conocer mucho más, producto de esta pandemia. La labor que tiene el fonoaudiólogo en un equipo de salud es fundamental y no sólo en los casos COVID. Aportamos de gran manera en la rehabilitación y disminuyendo las secuelas deglutorias que se dan por distintas etiologías, ya sea una intubación prolongada (como ocurre en los casos COVID), ACV, TEC, etc.

¿Cómo te imaginas en 20 años más?
La verdad es que quiero seguir creciendo personal y profesionalmente. Me gustaría especializarme en esta área y continuar estudiando. Me encanta y espero seguir ejerciendo en el área hospitalaria, es algo que me acomoda y me llena en lo personal.

A sus 24 años, Gabriela Aguilera es fonoaudióloga titulada en la UNAB y trabaja en el Hospital Barros Luco Trudeau. Acá cuenta el rol de los fonoaudiólogos durante esta pandemia.