IPP UNAB: Economía chilena se asienta en terreno positivo y se encamina a los niveles prepandemia

Las señales de que la economía nacional dejaría atrás sus épocas más complejas y estaría acercándose a los niveles observados antes de la emergencia sanitaria por el covid 19 cada vez toman más fuerza. Así lo evidenció el último informe del Barómetro de la Economía Chilena que realiza de manera mensual el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello.

Según el reporte, en el mes de abril se observó que siete variables cambiaron de cuadrante: cinco en sentido positivo y dos en negativo. Así, de los 24 indicadores que componen el Barómetro, el 63% se ubicó en el cuadrante más favorable “bien y mejorando”, correspondientes a la inflación, el IMACEC, la incertidumbre económica, los deudores morosos, la confianza de los consumidores, el precio del cobre, la participación laboral, el saldo en cuentas corrientes y depósitos a plazo, el spread soberano, el IPSA, la participación laboral femenina, la inversión extranjera directa, la tasa de ocupación, la tasa promedio ponderado de créditos de consumo y la tasa de informalidad. En tanto, en la zona “bien, pero empeorando” se ubicaron el 8% de los componentes -remuneraciones reales y deuda neta del gobierno central- y un 17% en “mal, pero mejorando” -desempleo, tasa de créditos hipotecarios, confianza empresarial y creación de empleos-. Finalmente, un 13% de las variables se localizó en el peor cuadrante “mal y empeorando”-dólar, exportaciones y el índice de avisos laborales en internet-.

En términos generales, el informe del Instituto UNAB de Políticas Públicas de abril muestra una economía mejorada respecto a marzo, donde el Índice Económico IPP UNAB -el cual considera las 24 variables del Barómetro- continuó mostrando una tendencia alcista con un aumento de 5 puntos porcentuales. Con lo anterior, el Índice se consolidó en el cuadrante “bien y mejorando”, aunque aún sin lograr los valores prepandemia.

Detalle de los subíndices

El Índice Económico IPP UNAB, a su vez, se compone de tres subíndices -de expectativas, situación de los consumidores y situación macroeconómica- que explican más detalladamente el estado actual de la economía nacional en sus diferentes áreas.

En el subíndice de expectativas, en primer lugar, se observó un repunte de 5,3 puntos porcentuales al pasar de 20,7% a 26%. En él, las variables que más aportan al establecimiento positivo del subíndice corresponden al spread soberano y la incertidumbre económica, mientras que la confianza empresarial es la única que empuja hacia un terreno negativo. El spread soberano y la incertidumbre económica tuvieron mejoras, pasando el primero a 131 puntos base promedio, y el segundo disminuyendo en 17% respecto al mismo mes el año anterior. En el caso del spread soberano, la última información disponible muestra que el promedio de esta variable en los primeros días de abril llegó a 119 punto base, el menor valor desde 2018, relacionado con una mejora en las perspectivas de crecimiento futuro para Chile y un mayor precio del cobre. Por su parte, la confianza empresarial pasó de 44,8 a 46,3, situando aún a las expectativas empresariales globales en un terreno pesimista, pero mejor que en el mes anterior. Por sector, el comercio y la minería se ubicaron en niveles optimistas, mientras que la construcción e industria están en niveles pesimistas.

En segundo lugar, el subíndice de situación de los consumidores aumentó en 6,4 puntos porcentuales, pasando de 7,8% a 14,2% y fue el que presentó más cambios en sus variables, de los cuales cuatro fueron positivos y uno negativo. Dentro de los positivos, la inflación pasó de estar “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”, debido a que su valor llegó a 3,7% interanual, la menor desde junio de 2021, y una variación de 0,4% intermensual. En ella, los componentes que más aumentaron su precio fueron educación y vivienda y servicios básicos, mientras que los alimentos y bebidas no alcohólicas presentaron disminución.

Asimismo, los deudores morosos también se trasladaron a un cuadrante más positivo, pasando de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”, debido a una caída en la cantidad de personas morosas, que pasó de 667.364 en diciembre de 2023 a 658.229 en enero de 2024. La tasa de informalidad se movilizó de un estado “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando” al llegar a un 27,4%, lo que corresponde a 2.548.859 personas ocupadas informales. La tasa de ocupación pasó de “mal, pero mejorando” a “bien y mejorando”, debido a que llegó a 57% en el último trimestre móvil disponible diciembre-enero-febrero, alcanzando a las 9.309,6 mil personas ocupadas.

En sentido negativo, por el contrario, el índice de avisos laborales de internet pasó de “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”, a causa de una disminución de 33% respecto a lo que sucedía en el mismo trimestre móvil el año anterior.

Por último, el subíndice de situación de la macroeconomía reportó un incremento de 5 puntos porcentuales pasando de 5,1% en marzo a 10,1% en abril. Dentro de los indicadores que componen este subíndice se registraron dos cambios de cuadrante, uno positivo y otro negativo. En sentido pesimista se movilizaron las exportaciones, las que pasaron de encontrarse “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando” debido a una variación negativa de 13,6% en el total de exportaciones entre marzo de 2023 y 2024. En sentido opuesto, la inversión extranjera directa presentó un cambio positivo al pasar de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando” debido a un aumento en la suma total acumulada a doce meses en comparación a los meses previos –22.513 millones de dólares versus 21.971,4 en el mes anterior-, lo que permite concluir un mejoramiento en el stock de inversión extranjera directa que entra al país.

Conclusiones del mes

El informe del IPP UNAB concluye que, si bien el balance que entrega el Barómetro de la Economía Chilena de abril muestra una economía cada vez más recuperada y que estaría encaminada hacia alcanzar sus valores prepandemia, se debe tener cuidado con considerar que estos niveles son los deseables, puesto que las expectativas de crecimiento para Chile aún continúan siendo bajas.

En ese sentido, el subdirector del IPP UNAB, Gonzalo Valdés, señala que “el seguimiento periódico de las variables más relevantes permite asegurar de forma objetiva que nuestra economía está progresando y, aunque todavía no crecemos a la velocidad anterior al estallido, vale la pena celebrar. Destaca que las variables que mejor se encuentran están vinculadas al manejo macroeconómico, lo que da cuenta de una institucionalidad seria, y que las más rezagadas están relacionadas al empleo. Es en este último punto es donde hay mayores oportunidades de mejorar”.

Informe completo en este enlace