13 Noviembre 2024

Investigadores UNAB son galardonados en los Premios Avonni 2024

El equipo de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello fue galardonado por su innovadora tecnología “Gas en Polvo”, que reduce pérdidas en la exportación de frutas con una solución sustentable y de alto impacto para la industria.

Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB) fue distinguido con un Premio a la Innovación Avonni 2024 en la categoría Reconocimiento a la Transferencia Tecnológica ANID RedGT. El equipo UNAB es uno de los 12 ganadores de esta versión, escogidos entre 37 finalistas de un total de 700 postulaciones este año.

Avonni 2024Rubén Polanco, director de la Escuela de Biociencias e investigador del Centro de Biotecnología Vegetal (CBV UNAB); junto a Danilo González, director del Centro de Bioinformática y Biología Integrativa (CBIB UNAB) y Yorley Duarte, investigadora del CBIB UNAB, fueron galardonados por su trabajo en el proyecto “Gas en Polvo”. Esta es una tecnología de encapsulación y liberación controlada de fungicidas volátiles para prevenir la pudrición de frutas postcosecha.

“Sin duda alguna, este es un tremendo reconocimiento a años de trabajo en investigación aplicada de un equipo científico interdisciplinario. El premio es, además, un aliciente para seguir perfeccionando la tecnología y desarrollar otras aplicaciones y nuevos proyectos”, comentó el profesor Polanco del CBV UNAB.

Para Yorley Duarte, el galardón no solo representa un reconocimiento al esfuerzo y dedicación del equipo, sino que “destaca la importancia de las investigaciones que emergen desde instituciones académicas. También nos brinda una mayor visibilidad, lo que nos permite compartir nuestros resultados y fortalecer nuestras colaboraciones actuales y futuras”.

Danilo González concuerda con ambos y agrega que este premio Avonni 2024 tiene una especial dedicación a la Vicerrectoría de Investigación y Doctorado y a la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la UNAB. “Desde hace 10 años nos han apoyado en forma incansable con este desarrollo. También es un reconocimiento a muchos estudiantes de pre y postgrado, así como investigadores postdoctorales que han sido muy perseverantes”.

Avonni es un concurso organizado hace 18 años por la Fundación ForoInnovación, junto al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación; El Mercurio y TVN.

Innovación sustentable para la agroindustria

El proyecto “Gas en Polvo” se posiciona como una solución revolucionaria para enfrentar la pudrición postcosecha en frutas. Este es un desafío crítico para la industria agroexportadora de Chile, dada la lejanía de nuestro país con los principales mercados de destino alrededor del mundo.

La tecnología, basada en la encapsulación de compuestos volátiles dentro de matrices de biopolímeros biodegradables, permite una liberación controlada de fungicidas naturales, considerados seguros para la salud humana (GRAS). Rubén Polanco, del CBV UNAB, explica:

Gracias a esta innovación, logramos mantener la calidad de la fruta durante todo el proceso de exportación, garantizando frescura y reduciendo la pérdida de alimentos por pudrición.

El principal problema que aborda este avance es la pudrición causada por hongos como el Botrytis cinerea, responsable de pérdidas económicas que superan los 10 mil millones de dólares anuales a nivel mundial. En especies como la uva de mesa, las mermas pueden alcanzar hasta el 40% de la producción.

La solución desarrollada por los investigadores consiste en un film biodegradable para el embalaje de uva de mesa, capaz de mantener la condición de la fruta durante 60 días mediante la liberación controlada de un fungicida inocuo para la salud humana. De esta forma se reduce la pudrición gris de la fruta a menos del 0.1%, y se evitan millonarias pérdidas ocasionadas durante el proceso de exportación.

Además, la solución es escalable y adaptable a distintas necesidades de mercado. “La versatilidad de esta tecnología radica en su capacidad para encapsular diversos compuestos activos, permitiendo su aplicación en otros cultivos”, señala Danilo González, director del CBIB UNAB.

Comparado con métodos tradicionales de embalaje en exportación de frutas, este es más seguro, eficiente y respetuoso con el medio ambiente. “Nuestro proyecto busca proteger la salud de las personas al evitar el uso de químicos nocivos y también la salud del medio ambiente, al incorporar productos biodegradables”, asegura Yorley Duarte.

De esta forma, Gas en Polvo contribuye a dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la Organización de Naciones Unidas: Producción y Consumo Responsable y Hambre Cero.

Un reconocimiento que impulsa la investigación aplicada

El éxito del proyecto también resalta el impacto del trabajo interdisciplinario realizado en la UNAB. Dominique Chauveau, directora de Innovación y Transferencia Tecnológica de la UNAB, destacó la relevancia del Premio Avonni: “Permite visibilizar la tremenda institución que es la Universidad Andrés Bello en relación a los resultados de investigación que aquí se generan y cómo esos resultados se están pudiendo convertir en tecnologías que contribuyen -y que tienen potencial de contribuir- a resolver problemas específicos de sectores económicos importantes para el país”.

A ello agrega que el caso de Gas en Polvo es interesante, “porque la UNAB no tiene carreras en ingeniería agronómica, pero desde disciplinas como la biofísica, la química y la bioquímica estamos generando soluciones para el sector agroexportador”.

La transferencia tecnológica es otro pilar fundamental de este desarrollo, que puede alinearse con procesos industriales ya existentes y ampliar la cartera de soluciones para la agroindustria. Gracias al trabajo colaborativo con la empresa ANASAC, el producto está en vías de llegar al mercado.

Actualmente, el equipo de investigadores se encuentra en un proceso de optimización de los prototipos para su uso industrial. Según explica Danilo González, “hasta la fecha, contamos con una matriz bien caracterizada de biopolímeros, diseñada para la liberación controlada de gases de uso agroindustrial, y hemos desarrollado la capacidad de producir estos generadores a gran escala”.

Mirando al futuro, el equipo proyecta licenciar este desarrollo a la industria local en los próximos años, tanto en el sector agroindustrial como en otras áreas que puedan beneficiarse de esta tecnología. “El poder licenciar este desarrollo será un hito muy importante, dado que representaría una historia de éxito abarcando desde el desarrollo basado en ciencia básica, el trabajo multidisciplinar, la aproximación de otras disciplinas y, mejor aún, contribuir al desarrollo de la industria nacional” concluye González.

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