Investigadores UNAB se adjudican dos proyectos Núcleo Milenio 2024
Investigadores de la Universidad Andrés Bello obtuvieron fondos para dos proyectos Núcleo Milenio: uno en biología vegetal y otro en ciencias sociales. Asimismo, una académica UNAB participa como investigadora asociada en un proyecto que aborda el estudio de las galaxias.
La Universidad Andrés Bello (UNAB) continúa consolidando su posición en el ámbito de la investigación de impacto con la adjudicación de dos proyectos Núcleo Milenio, en el concurso 2024 convocado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID. A estos dos proyectos liderados por investigadores UNAB, se suma la participación como institución asociada en un tercer proyecto.
“Esta es una excelente noticia, y estamos muy orgullosos de nuestros investigadores por haber sido capaces de elaborar y liderar estas propuestas de investigación, de gran calidad y complejidad, destacándose a nivel nacional y logrando adjudicar un financiamiento Milenio”, sostuvo la vicerrectora de Investigación y Doctorado, Carolina Torrealba. Asimismo, agregó:
Como universidad estamos comprometidos y trabajando arduamente para movilizar nuestra investigación hacia los más altos estándares de excelencia, movilizándonos hacia la interdisciplina y el trabajo con sectores fuera de la academia, y la adjudicación de estas iniciativas Milenio va precisamente en esa dirección.
Los núcleos son adjudicados a través de concursos públicos en base al mérito científico de sus investigadores, la calidad de sus propuestas de investigación y las posibilidades de impactar a nivel internacional en su disciplina. Cada equipo tendrá 3 años para ejecutar sus propuestas. ¡Conoce a los investigadores UNAB y sus proyectos!
Buscando claves en las crisis políticas de América Latina
Uno de los proyectos adjudicados se titula “Núcleo Milenio sobre Crisis Políticas en América Latina (Crispol)”, una investigación que busca diseccionar y comprender la naturaleza multifacética de las crisis políticas, en el contexto latinoamericano de las últimas dos décadas.
Este trabajo lo lidera la directora de Investigación de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, Stéphanie Alenda, junto a los académicos Mauro Basaure, director del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual, y Rodrigo Medel, académico de la carrera de Sociología. Sumado al equipo de la UNAB, participan también académicos de la Universidad de Concepción y la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Stephanie Alenda considera esta adjudicación como un reconocimiento al significativo esfuerzo que requiere armar una propuesta de investigación de esta magnitud; y es, además, un hito histórico para la Facultad:
Por primera vez se obtiene este tipo de financiamiento asociativo, que fortalece también la carrera de Sociología a la que pertenecen tres de los investigadores principales. También permite posicionar con más intensidad el análisis sociopolítico en la Facultad.
El equipo realizará estudios comparativos y de caso, enfocando el análisis en la categorización de los tipos de crisis y en el examen de sus causas, dinámicas e impactos, con el fin de entender mejor los desafíos políticos que enfrenta la región.
Con un financiamiento de $465.750.000, este Núcleo no solo contribuirá al conocimiento académico, sino que también ofrecerá perspectivas relevantes para la formulación de políticas públicas en América Latina. “Comprender las crisis políticas es clave para promover la estabilidad y el desarrollo en nuestra región. Este proyecto permitirá una comprensión más profunda de los factores que han generado inestabilidad y cómo se pueden abordar”, señala Alenda.
Resiliencia vegetal en tiempos de cambio climático
Otro proyecto que tiene a UNAB como institución principal es el “Núcleo Milenio en Ciencia de Datos y Resiliencia Vegetal, PhytoLearning”, encabezado por José Miguel Álvarez, director del Plant Genome Regulation Lab del Centro de Biotecnología Vegetal (CBV UNAB).
El profesor Álvarez recibió la adjudicación con gran alegría y entusiasmo, asegurando que esto marca el inicio de una investigación de vanguardia en biología vegetal. “Nuestro Núcleo Milenio combinará biología experimental de plantas con informática, para crear cultivos más resistentes a la sequía y eficientes en el uso de nutrientes”.
Con un financiamiento de $633.420.000, este proyecto se centra en desentrañar los genes y mecanismos regulatorios que permiten a los tomates detectar y responder a la sequía y a la disponibilidad de nitrógeno. “El estrés por sequía es muy perjudicial para las plantas al afectar su crecimiento y por lo tanto, afecta a la agricultura. Por otro lado, el uso de fertilizantes nitrogenados ayuda al crecimiento de los cultivos, pero es dañino para el medio ambiente”, explica el investigador.
“Existe una urgencia por desarrollar herramientas que puedan predecir los genes clave para la adaptación de las plantas a estas condiciones adversas integrando una gran cantidad de datos”, señala Álvarez. Esto, en conjunto con desarrollar metodologías de punta, permitirá avanzar hacia una agricultura sostenible.
El equipo de este Núcleo Milenio lo componen cuatro investigadores principales y cuatro investigadores adjuntos de universidades de las regiones Metropolitana, O’Higgins y Biobío, integrando conocimientos en ingeniería y biología, destaca José Miguel Álvarez:
Este proyecto abre la puerta a una investigación interdisciplinaria avanzada al integrar campos como la ingeniería, ciencia de datos, biología molecular vegetal, bioinformática, biología de sistemas y agronomía. Es una colaboración que permitirá abordar problemas complejos de manera más integral, promoviendo innovaciones que podrían transformar la forma en que entendemos la biología vegetal.
Asimismo, PhytoLearning ofrece una valiosa oportunidad para formar a estudiantes en estas nuevas estrategias, asegura el investigador del CBV UNAB. “Al involucrarse en la integración de biología de plantas y técnicas de machine learning, los estudiantes desarrollarán habilidades prácticas en análisis de datos, modelado predictivo y biotecnología. Esto los preparará para liderar en campos emergentes de la ciencia y la tecnología, potenciando su capacidad para abordar desafíos futuros en agricultura sostenible y biología aplicada”.
Desentrañando los misterios galácticos
A las adjudicaciones anteriores se suma la participación de la investigadora del Instituto de Astrofísica UNAB, Lucia Guaita en el “Núcleo Milenio de Galaxias, MINGAL”. Este proyecto interdisciplinario es dirigido por Rodrigo Herrera, profesor del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción, y tiene como foco único la evolución de las galaxias.
Este es el primer núcleo en investigar la evolución de las galaxias desde diversos aspectos, señala la profesora Guaita:
A nivel Internacional no hay un grupo que actualmente estudie de manera observacional las galaxias lejanas, cercanas y la teoría de la evolución de las galaxias. Es una oportunidad única.
“Científicamente, vamos a poder conectar el conocimiento de las galaxias lejanas con el de las cercanas, el conocimiento de galaxias que viven más aisladas con aquellas que viven en grupos e interactúan continuamente”, explica la profesora Guaita. Además, combinarán observaciones con simulaciones, lo que permitirá entender las trayectorias de evolución de las galaxias más distantes y los procesos clave que las transforman en aquellas que se observan más cercanas.
El equipo del Núcleo Milenio MINGAL está conformado por científicos pertenecientes a cuatro universidades nacionales, quienes están involucrados en colaboraciones internacionales que asesorarán el desarrollo del trabajo.
“Me enfocaré en las observaciones de galaxias de formación estelar más lejanas y estudiaré los procesos de evolución”, indicó la profesora Guaita. La experiencia de sus colegas en galaxias cercanas será crucial para la interpretación de datos. Asimismo, la colaboración con expertos en simulaciones le permitirá investigar de manera única el rol de diversos procesos en la evolución galáctica.
Además del trabajo de investigación, el Núcleo Milenio MINGAL se concentrará en el desarrollo tecnológico, la formación de jóvenes investigadores, y en la difusión científica.
“Es un gran orgullo haber obtenido estos fondos”, expresa Guaita, quien destaca la oportunidad de aprender y colaborar con sus colegas. “Ahora viene el desafío de continuar trabajando arduamente, pero también de entretenernos en el proceso”, concluye.