Investigadores UNAB destacan beneficios de una polinización sostenible para mejorar la productividad frutícola en la región de Valparaíso
En un seminario organizado junto al Programa Estratégico Regional Fruticultura Sustentable Valparaíso, Sharon Rodríguez y Franko Restovic, del Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello, destacaron la mayor productividad que se puede conseguir incorporando plantas nativas y abejas chilenas en huertos de frutales.
La fruticultura es una de las principales actividades económicas de la región de Valparaíso, con más de 26 mil hectáreas dedicadas solo a la producción de frutas e ingreso por más de US$ 1.500 millones solo en exportación de fruta fresca y procesada.
Con consumidores cada vez más conscientes de la importancia de una producción sostenible, mejorar los rendimientos en forma ambientalmente amigable es un desafío no solo para el sector frutícola, sino también para el apícola, que presta servicios de polinización a huertos de palto, cerezo y almendro, entre otros que se producen en esta zona.
El tema se abordó en el seminario “Polinización: un factor crítico para la sustentabilidad”, organizado por el Programa Estratégico Regional Fruticultura Sustentable, PERFRUTS Valparaíso, en colaboración con el Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello (CSB-UNAB), The Earth Says, la seremi de Agricultura de Valparaíso e INDAP Quillota.
El evento, realizado el 22 de marzo en el Salón de Indap Quillota, reunió a más de 50 personas y contó con la presencia de la seremi de Agricultura, Yolanda Cisternas; la directora (s) de INDAP, Gabriela Almonacid; y la representante regional de Conaf, Claudia Leal. Al abrir la jornada, el gerente de PERFRUTS, Kurt Neuling, destacó la resiliencia que ha mostrado el sector frutícola pese al cambio climático y la sequía y llamó a trabajar en forma asociativa, formando alianzas e incorporando innovación con un foco en la sostenibilidad.
Contribuyendo desde la polinización sostenible
En su exposición, Sharon Rodríguez, líder de la línea de investigación Ecosistemas Agrícolas de CSB-UNAB compartió los resultados de un proyecto Bienes Públicos Corfo sobre polinización sostenible realizado en huertos de paltos, cerezos y almendros de la zona central.
Este se basa en un manejo agrícola que fomenta la conservación o incorporación de la biodiversidad de flora nativa y la implementación de franjas con flores nativas en los huertos para atraer abejas nativas que complementen el trabajo de polinización de Apis mellifera.
“El estudio, que realizamos para Odepa, nos mostró que con la incorporación de bordes de plantas nativas en huertos comerciales de la zona central y el trabajo de las abejas nativas, la producción de huertos con monocultivo de palto en la zona central puede aumentar en 38% a 10 años”.
A lo anterior se suma un modelo de gestión agroapícola que establece prácticas sostenibles de manejo de huerto y colmenas. “Buscamos reforzar el compromiso de los agricultores con el bienestar y preservación de las abejas y del proceso de polinización”, dijo la investigadora, invitando a los fruticultores a interiorizarse sobre los cuidados que requieren para resguardar su salud y función de polinización, «lo que redundará en un incremento en la producción de fruta».
Franko Restovic, encargado de Desarrollo de Negocios del Centro de Biotecnología de Sistemas UNAB, destacó la enorme oportunidad que la implementación de este protocolo abre a los productores locales de fruta que apuestan por mercados internacionales.
“En 2021 la exportación de frutas orgánicas desde la región de Valparaíso alcanzó alrededor de US$280 millones. Para ampliar la presencia en estos mercados y satisfacer esa creciente demanda mundial, es fundamental aplicar nuevo conocimiento que permita mejorar la productividad frutícola con una visión de la sostenibilidad y en armonía con la conservación de la biodiversidad”.
Un sector más competitivo y sostenible
En su presentación, Esteban Vásquez, CEO y fundador de la start-up The Earth Says, dio a conocer un proyecto colaborativo con PER Frut probando la herramienta Bee Tes-T para la evaluación de colmenas de abejas arrendadas para procesos de polinización de frutales.
Se trata de un software que procesa imágenes térmicas de las colmenas para así determinar visualmente la población de abejas que hay dentro, sin necesidad de abrirlas o realizar muestreos aleatorios. Esto permite monitorear todas las colmenas instaladas en un predio y no solo una muestra, determinando cuáles cumplen su función y cuáles deben reemplazarse.
Entre sus principales conclusiones, Vásquez destacó que han detectado que existe una gran diversidad en la calidad de las colmenas que se arriendan para el proceso de polinización y que faltan herramientas de control y seguimiento de estas.
Además, indicó que “hay un bajo nivel de conocimiento de los manejos y cuidados de las colmenas en los huertos por parte de los productores y estos no manejan estándares para la polinización”, lo que lleva a que muchas veces sobre paguen por colmenas de baja calidad.
Kurt Neuling, de PERFRUTS concluyó el seminario destacando que “en este encuentro hemos visto la teoría y la práctica, los desafíos y las alianzas público-privadas y eso es reconfortante. Estamos disponibles para seguir avanzando e invitarlos a que sean parte de esto y hagamos más competitivo y sostenible nuestro sector”.