Investigadores españoles ahondan en el Modelo de Respuesta a la Intervención en seminario internacional UNAB
Con la participación de académicos de la Universidad de León y de la Universidad de Oviedo, la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello organizó un seminario en el que se habló sobre los avances y desafíos en la aplicación del Modelo de Respuesta a la Intervención (RTI) a las dificultades de aprendizaje.
El Doctorado en Educación y Sociedad junto al Magíster en Comprensión Lectora y Producción de Textos -ambos programas de postgrado de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales- ofrecieron a sus estudiantes, docentes y exalumnos la posibilidad de participar de un seminario en el que expertos españoles dieron a conocer varios proyectos que se están desarrollando en ese país para la aplicación del modelo RTI en las dificultades de lectura y escritura de los estudiantes.
Durante la primera sesión del seminario, la investigadora de la Universidad de León, doctora Olga Arias-Gundín, expuso una conceptualización y diagnóstico de las dificultades de aprendizaje específicas en lectura y escritura, además de presentar las características y funcionamiento del modelo RTI.
“En 1963 se presentó la primera definición de dificultades del aprendizaje, clasificándolas y diagnosticándolas por primera vez. Después de 60 años, perduran en la actualidad”, comentó la investigadora española al inicio de su presentación.
Por otro lado, el equipo de la Universidad de Oviedo -compuesto por el doctor Celestino Rodríguez y la doctora Rebeca Cerezo- abordaron la fundamentación de las dificultades de aprendizaje en lectura y explicaron la aplicación del modelo RTI en lectura, mediante un software para llevar a cabo procesos de mejora de la intervención y la evaluación, gracias a la detección temprana de las dificultades que este realiza.
Respecto a estos problemas, Cerezo marcó la diferencia entre los dos principales: “Las dificultades específicas de la lectura van mucho más allá de la dislexia. Hay dificultades para aprender a leer, lo que se visualiza en un déficit en la precisión de la lectura de las palabras y en la velocidad de la lectura. Y otra cosa diferente son los problemas en la comprensión lectora donde se necesita la lectura como herramienta, es decir, las dificultades están cuando se tiene que leer para aprender”.
Al concluir la primera jornada del seminario, la directora del Magíster en Comprensión Lectora y Producción de Textos, Marcela Guajardo, comentó que tanto el doctorado como su magíster son programas que aspiran a llevar al diálogo y la formación en torno al fomento del conocimiento de la enseñanza de la escritura y la lectura. Además, hizo una invitación a los docentes: “A determinar los problemas específicos para potenciar, desde trabajos específicos también de intervención, el acceso a un mejor aprendizaje de la lectura y la escritura”.
RTI en la práctica
Durante la segunda sesión del seminario, las investigadoras de la Universidad de León, doctoras María Arrimada y Sara Real, y la doctoranda Carmen Álvarez, hablaron de su experiencia con la aplicación del modelo RTI, especialmente en el ámbito de la enseñanza de la escritura. También, compartieron dos presentaciones prácticas, enfocadas en mostrar cómo se implementa este modelo desde el punto de vista de la intervención y la evaluación, con el uso de un software educativo.
La doctora Arrimada partió su exposición explicando por qué el modelo RTI es mejor que los modelos que se usaban antes en el trabajo con las dificultades de los estudiantes. “Si los modelos anteriores, como el ‘Criterio de discrepancia CI-rendimiento’ esperaban a que ya hubieran aparecido las dificultades para intervenir, lo que hace el RTI es prevenir problemas, permitiendo la intervención temprana, en lugar de tratarlos cuando ya están presentes”, comentó, entre otras razones que demuestran sus beneficios.
Por su parte, la investigadora Álvarez mostró el funcionamiento práctico de un software, el cual empíricamente mejora la competencia escrita del alumnado.
Luego de estas presentaciones, Guajardo destacó que la fuerza del modelado ejemplar es clave para avanzar en las dificultades de la escritura, aunque a veces los profesores le tienen temor al desarrollo de la escritura por la cantidad de textos que hay que revisar. “El software es un aporte, pero los elementos de fondo que sustentan el modelo RTI son clave. Es crucial fortalecer el cómo el estudiante llega a desarrollar cierta autonomía”, agregó.
Al finalizar la sesión, el coordinador de la Línea Lenguaje, Educación y Sociedad del Doctorado en Educación y Sociedad, Gerardo Bañales, agradeció, también a la doctora Raquel Fidalgo, parte del equipo de investigadoras de la Universidad de León, quien no expuso en las sesiones, pero fue fundamental en la organización del encuentro.
“Los docentes siguen siendo el factor fundamental y requieren de una formación constante y continua para poder implementar y adaptar este modelo al contexto chileno, con mayores posibilidades de éxito”, concluyó Bañales.
Las investigadoras de la Universidad de León pertenecen, además, a CAEL (Cognición y Aprendizaje de la Escritura y la Lectura), un grupo de investigación internacional del estudio científico de la escritura que cuenta con variadas líneas de investigación en torno a esta temática.