Investigador de la U. de Chicago analizó el rol del poder territorial en la configuración política y social en charla en la UNAB
Como parte de la alianza entre el Instituto de Políticas Económicas (IPE) de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) y el Becker Friedman Institute de la U. de Chicago, el profesor Michael Albertus ofreció una charla en donde presentó su libro “Land Power: Who Has It, Who Doesn’t, and How That Determines the Fate of Societies”. El evento contó con las miradas y opiniones de actores del mundo legislativo, sector público y gremial.
Michael Albertus, Doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad de Chicago, visitó esta semana la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de las Universidad Andrés Bello (UNAB) para participar en la charla y panel de conversación «Land power: democracia y conflicto en perspectiva global».
Esta actividad se da en el contexto de la alianza que mantiene el Instituto de Políticas Económicas (IPE) de la FEN UNAB con el Becker Friedman Institute de la Universidad de Chicago, el cual busca impulsar el trabajo colaborativo entre académicos de ambas instituciones.

El evento estuvo liderado por el Decano de la FEN, Juan Pablo Torres, quien remarcó la importancia de este tipo de diálogos para vincularse con instituciones internacionales de gran prestigio, pero también para que los estudiantes puedan comprender en profundidad temas complejos. “Desde la FEN, queremos que nuestros alumnos tengan una capacidad crítica para entender el mundo y siempre desde la base de la evidencia empírica”, expresó.
El registro de la propiedad
En su exposición, Albertus -uno de los investigadores más destacados a nivel mundial en temáticas asociadas a democracia, desigualdad y conflictos civiles- presentó su libro “Land Power: Who Has It, Who Doesn’t, and How That Determines the Fate of Societies”, e hizo un recorrido histórico y político de cómo, desde Mesopotamia hasta nuestros días, la tierra ha jugado un papel preponderante en la configuración política, económica y social.
El Doctor en Ciencia Política indicó que durante gran parte de la historia humana, las poblaciones eran escasas y “la gente no tenía que pensar mucho en la tierra”. Sin embargo, ya en el Imperio Romano, hacia el 70 a.C., existen los primeros registros de propiedad sobre la tierra, “personas transando propiedades individuales. Básicamente, vemos por primera vez en la historia humana un registro de la propiedad”.

Así, desde hace siglos, y aunque aún había posesiones indígenas en diversas partes del mundo, la tierra se volvió altamente concentrada en muchos lugares, cada cual con sus patrones y jerarquías.
Más tarde, en los últimos dos siglos -continuó el especialista- “el crecimiento poblacional, la formación de estados y el conflicto social aumentaron. La demanda de tierra creció junto con la capacidad estatal para reasignar y redistribuir esa tierra en las sociedades, y eso generó una especie de agitación global dramática sobre quién poseía la tierra en las distintas sociedades. A eso lo llamo ‘el gran reacomodo’, porque reestructuró fundamentalmente y reconectó casi todos los países y sociedades del mundo, generando diferentes patrones de jerarquía racial o étnica, desigualdades de género, subdesarrollo y daños ambientales”.
Luego de la presentación del profesor Albertus, se instaló un panel de conversación moderado por el profesor Jorge Rojas Vallejos, investigador del IPE, y compuesto por Yovana Ahumada, diputada por el Distrito 3 de la Región de Antofagasta; Ricardo Mewes, empresario y expresidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC); y Alberto Pizarro Chañilao, exdirector nacional de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi),
La diputada Ahumada opinó que en esta materia lo que hace falta es “descentralizar”. “Tenemos que reconocer las realidades locales y regionales, cada una tiene una realidad diferente (…) El profesor Albertus nos hizo recorrer todo el ámbito de lo que significa el desarrollo, el territorio y la pertenencia. Yo creo que ahí hay un tremendo llamado a que cuando trabajemos, debemos tener esa mirada local, regional”, dijo.
Asimismo, aseguró que más allá de las demandas sociales, “en las regiones, hay demandas por un desarrollo económico”, e instó a un trabajo conjunto entre el Congreso y el Ejecutivo para avanzar en ese objetivo.

Ricardo Mewes, en tanto, se refirió al rol que los gremios empresariales deben desempeñar en este ámbito. El extitular de la CPC afirmó que mientras lideró esa entidad, lo que se hizo fue “poner en el centro a las personas”, con el fin de equilibrar el desarrollo económico con las demandas de la ciudadanía.
“Pero también -agregó Mewes- hay una parte de la sociedad que se pregunta por cuánto tiempo tendremos que cargar una mochila histórica, por lo que como CPC nos pareció una buena iniciativa la Comisión Presidencial para la Paz y el Entendimiento”, instancia impulsada por el gobierno de Gabriel Boric para buscar soluciones de largo plazo al conflicto en La Araucanía y otras regiones del sur.
Alberto Pizarro, exdirector nacional de la Conadi, valoró este espacio de conversación sobre un tema que es “muy relevante, ya que buena parte de las relaciones de poder empiezan justamente con las relaciones entre la propiedad y la tierra y todo lo que produce”. Y aportó a la conversación un dato interesante: hoy el 80% de la población indígena se concentra en zonas urbanas, por lo que, a su juicio, las políticas públicas en el ámbito del territorio deben ser actualizadas.
El profesor Jorge Rojas, por su parte, consideró que “es importante que un debate que es tan político, que son los conflictos territoriales, tanto en Chile como en el resto del mundo, se analicen desde una mirada técnica y académica, basada en la evidencia histórica de cuáles son los mejores mecanismos para poder mitigar, aliviar y quizás erradicar estos conflictos que impiden el desarrollo económico equitativo de las distintas sociedades”.
Finalmente, el Director del IPE, Nicolás Garrido, comentó que “la presentación del profesor Albertus es consecuencia del proyecto institucional que tiene la UNAB de vincularse con universidades de prestigio internacional. En ese contexto, el IPE de la FEN se vincula con el Instituto Becker Friedman de la U. de Chicago, y en ese marco, se generan este tipo de actividades”. El propósito, dijo, es que profesores de ambas universidades trabajen colaborativamente con el fin de que “la calidad de nuestra ciencia mejore sustancialmente y se impulse ciencia de frontera”.
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