17 Marzo 2021

Investigación de la FEN UNAB analiza el impacto de la segregación en la satisfacción subjetiva con la vida

A través de un artículo, publicado recientemente en Frontiers in Psychology, el decano de la FEN UNAB y el director de la Escuela de Ingeniería Comercial UNAB aportan a entender mejor las consecuencias de la segregación, enfatizando que, si bien ésta es negativa en su conjunto, hay áreas que pueden ser más grises y mostrar resultados que pueden parecer contraintuitivos.

¿Cuál es el efecto de la segregación residencial socioeconómica sobre la satisfacción subjetiva con la vida? Ésa fue la pregunta que el Dr. Miguel Vargas, decano de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad Andrés Bello (UNAB), y el Dr. Rodrigo Montero, director de la Escuela de Ingeniería Comercial, se plantearon y quisieron responder en base a la evidencia con la que contaban y utilizando técnicas de análisis empírico.

La respuesta la abordaron en el artículo «Segregation and Life Satisfaction», que realizaron en conjunto con Diego Vásquez del Observatorio Social del Ministerio de Desarrollo Social y que recientemente publicaron en Frontiers in Psychology. Los resultados de la investigación arrojaron que la segregación tiene un impacto positivo en una dimensión del bienestar subjetivo, que es la satisfacción con la vida.

«Esto no quiere decir que la segregación sea buena, ya que tiene una serie de efectos nocivos que están claramente identificados en la literatura, sin embargo, nuestro estudio reveló un efecto positivo en la satisfacción con la vida», asegura el Dr. Vargas.

Respecto de las razones que explican este resultado, el economista sostiene que hay varias, por ejemplo, «si tú vives con gente parecida tienes un capital social más profundo, tienes más cosas en común, ya que compartes dificultades y miradas sobre la vida, y al compartir dificultades puedes compartir soluciones también». Asimismo, detalla que «hay un efecto de comparación con el otro que repercute en tu sentido de bienestar, dado que, al compararte con alguien muy distinto, eso pudiese influir negativamente en tu satisfacción subjetiva con la vida».

Los aportes de la investigación

El decano de la FEN UNAB enfatiza que la investigación no tiene ninguna pretensión de minimizar los efectos negativos que tiene la segregación, no obstante, ésta permite «entender que los resultados en algunos casos van en una dirección y en otros casos van en otra».

Además, el artículo busca contribuir en un área que ha sido poco explorada debido a distintos obstáculos. En primer lugar, está la dificultad para acceder a los datos, ya que, explica, «se requiere un enfoque experimental para poder resolver las preguntas que uno se plantea, porque esta área de estudio presenta muchos problemas de endogeneidad». Luego, los datos a los cuales se puede acceder son muy pocos, dado que, por un lado, no hay muchas encuestas sobre felicidad y, por otro lado, no es fácil abordar el tema de medir la segregación, considerando que las encuestas tienden a no ser estadísticamente significativas al nivel territorial que se requiere para construir un indicador.

«Todos estos obstáculos son difíciles de sortear para poder desarrollar un estudio de esta naturaleza, y quizás por eso hay pocos», sintetiza. Sobre cómo pudieron resolver estos problemas, el Dr. Vargas precisa que la Encuesta Casen incorporó una pregunta sobre bienestar subjetivo, y adicionalmente, utilizaron una técnica que se llama estimación de áreas pequeñas para enfrentar el problema de la significancia estadística a escalas geográficas más pequeñas. «Esto es lo que nos permite decir algo sobre estos temas, resolviendo de alguna manera estas dificultades».

En esa línea, la investigación aporta a entender cuáles son las consecuencias de la segregación: «Si tú sumas y restas efectivamente la segregación es negativa, pero hay áreas más grises o hay áreas donde no es tan evidente cómo se va a comportar la segregación en el bienestar de las personas. Entonces nos permite entender estos elementos y además ver resultados que a priori parecieran contraintuitivos».

Escrito por Patricia Zvaighaft