Ingeniera UNAB expone los desafíos de género en la 50 Conferencia Latinoamericana de Informática
En su intervención, San Martín destacó que la participación equitativa de género en roles de alta dirección no solo refleja progreso social, sino que también impulsa significativamente el rendimiento y la innovación dentro del sector empresarial.
Un análisis detallado sobre los desafíos de género en la alta dirección en Chile presentó la directora de la Escuela de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello sede Concepción, Lilian San Martín durante la 50ª Conferencia Latinoamericana de Informática celebrada en Bahía Blanca, Argentina.
En el encuentro celebrado en Universidad Nacional del Sur, SADIO, San Martín presentó el trabajo, titulado “Iniciativas para reducir la brecha de género en la alta dirección: Acciones desarrolladas por organizaciones en Chile”. Se trata de un artículo elaborado en colaboración con Alicia García-Holgado, de la Universidad de Salamanca y Ángeles Domínguez del Tecnológico de Monterrey. En él presentan una revisión detallada de las políticas y prácticas vigentes en las instituciones tanto públicas, como privadas.
“En Chile, la brecha de género en la alta dirección sigue siendo un desafío considerable, a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para mitigar esta desigualdad,” señala Lilian San Martín. Se estima que cerrar las brechas de género en la fuerza laboral nacional podría elevar el PIB nacional hasta en un 24%.
Sin embargo, este esfuerzo es necesario y urgente, señala la autora, debido a que la participación equitativa de género en roles de alta dirección no solo se traduce en un avance hacia la equidad social, sino que también está directamente vinculada con el rendimiento y la innovación empresarial. Según datos recientes, un incremento del 30% en la representación femenina en la alta dirección puede traducirse en un aumento del 6% en el EBITDA de las empresas.
Iniciativas en proceso
El trabajo presentado en el plantel trasandino muestra la preocupante realidad chilena en que el porcentaje de empresas sin mujeres en posiciones de alta dirección ha disminuido ligeramente, pero aún persisten disparidades significativas. En 2020, el 41% de las empresas carecían de mujeres en la primera línea de dirección, mientras que en 2023 este porcentaje se redujo al 34.5%. Sin embargo, las mujeres siguen estando subrepresentadas en niveles superiores, con solo el 18.8% en cargos de alta gerencia.
En cuanto a las normativas, Chile ha implementado varias leyes con el objetivo de mejorar la equidad de género. Entre ellas, la Ley de Cuotas (Ley 20840) busca aumentar la participación femenina en el ámbito político, y la recién implementada Ley “Karin” (Ley 21643), que fortalece la legislación contra el acoso laboral y sexual. A nivel empresarial, se están promoviendo normativas como la Ley de Paridad de Género y la Norma Chilena 3262, que establecen cuotas y sistemas de gestión para mejorar la igualdad de género en los directorios.
En el sector privado, en tanto, se han creado diversas iniciativas para reducir la brecha de género. Programas como el GoLive ABB Trainee Program y el Board of Women (BOW) buscan capacitar y promover a mujeres hacia cargos de liderazgo. Asimismo, el Premio Impulsa, entregado por Fundación ChileMujeres y PwC Chile, reconoce a las empresas con los mejores indicadores de diversidad de género, enumera la ingeniera.
El sector público también juega un papel crucial en la promoción de la equidad. El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (MinMujeryEG) ha sido fundamental en el desarrollo de políticas para cerrar las brechas de género en Chile. La Iniciativa de Paridad de Género (IPG Chile) también trabaja en aumentar la participación femenina en altos cargos y cerrar la brecha salarial.
Desafíos de género
Pese a los avances, persisten desafíos importantes. La brecha salarial y los estereotipos de género siguen limitando las oportunidades para las mujeres en la alta dirección. “El ‘techo de cristal’ sigue siendo una barrera significativa para las mujeres que aspiran a cargos de liderazgo,” destaca San Martín. La pandemia también ha exacerbado estas brechas, haciendo que la igualdad de género en el ámbito laboral parezca aún más lejana.
San Martín enfatiza la necesidad de continuar desarrollando estrategias efectivas para superar estas barreras y promover un entorno de trabajo más inclusivo. La flexibilidad laboral y el acceso a oportunidades de liderazgo son fundamentales para lograr una verdadera equidad de género en la alta dirección