14 Mayo 2025

Informe UNAB señala que Ley Corta de Isapres ha agudizado la crisis y advierte riesgos para la Modalidad de Cobertura Complementaria

El estudio realizado por el Instituto de Salud Pública UNAB advierte que persiste la fragilidad del sistema privado de salud y alerta sobre los riesgos financieros y operativos de la nueva Modalidad de Cobertura Complementaria.

A casi un año de la entrada en vigencia de la Ley Corta de Isapres, un nuevo informe del Instituto de Salud Pública UNAB señala que la crisis del sistema privado de salud no ha terminado. El documento, elaborado por los exsuperintendentes de salud, Héctor Sánchez y Manuel Inostroza, indica que el diseño de la ley entregó solo un alivio transitorio y no atacó las causas estructurales que provocaron la debacle de las aseguradoras.  

“Lo que estamos observando es una aparente estabilidad financiera que será de corto plazo, ya que la crisis del sistema volverá a aparecer con fuerza, dado que las causas que la han generado no han sido resueltas en su origen y solo se ha dado un alivio a la caja del sistema”, afirma el documento. Y agrega que esto se da “a un costo muy elevado para los afiliados y para las mismas isapres”. 

También cuestiona la viabilidad de que la nueva Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC), que está desarrollando Fonasa, logre implementarse con éxito. “Su diseño y el actual marco regulatorio continúan generando preocupaciones tanto entre los especialistas como en el sector asegurador”, advierte. Además, identifica tres riesgos asociados a este proceso. 

Afiliados a la baja 

Un punto importante del estudio es que entre 2019 y 2024, las Isapres perdieron más de 760 mil afiliados, una caída particularmente marcada entre los jóvenes. Este fenómeno ha provocado un progresivo envejecimiento de su cartera, incrementando los costos del sistema. Al mismo tiempo, Fonasa ha ganado cerca de 1,9 millones de nuevos beneficiarios en los últimos cinco años. 

“El primer objetivo de la ley ha logrado una “semiestabilidad financiera”, pero a un costo muy alto para las personas —a través de incrementos extraordinarios de precios que, sumados a los regulares, superan el 30%— y para el sistema, que deberá cargar con un pasivo enorme por más de una década”, afirma Héctor Sánchez, director ejecutivo del Instituto de Salud Pública UNAB. 

La consecuencia, agrega, es un sistema privado que pierde afiliados jóvenes y sanos, lo que agrava el riesgo y vuelve casi imposible revertir la crisis en el mediano plazo bajo el actual marco regulatorio. “El objetivo de la ley se tradujo en equilibrio de caja en el corto plazo, pero no en un equilibrio financiero real del sistema”, puntualiza. 

El informe indica que “por un lado, tenemos una disminución en la cartera de cotizantes de las isapres, dada por una crisis financiera gatillada por el actual marco regulatorio y su judicialización; y, por otro lado, un aumento de la participación de los grupos de mayor edad. Estas tendencias han tenido y podrían seguir teniendo efectos sobre las primas de las isapres en el corto y mediano plazo”. 

Manuel Inostroza asegura que la crisis financiera de las isapres no está en pausa, sino que más bien:

El sistema de isapres se sigue desangrando. En 14 de los 16 últimos trimestres informados, tienen pérdidas. Es decir, en los últimos cuatro años solo en dos trimestres las isapres han tenido utilidades. Si no hacemos una reforma, no hay cómo resolver esta crisis. 

El estudio también estima que, si se mantiene la tendencia actual, la cantidad de afiliados a las isapres continuará cayendo en 2025 y 2026. Se proyecta que al cierre de este año la cifra llegará a 2.411.578 personas, lo que representa una disminución de 134.846 beneficiarios; y que bajará a 2.274.777 el próximo año, una reducción de 271.647 personas. Esta situación “podría dificultar la recuperación del equilibrio financiero esperada con los aumentos de ingresos establecidos en la ley corta”, advierte. 

Riesgos de la Modalidad de Cobertura Complementaria

El informe también analiza los desafíos de la nueva Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC), el seguro voluntario diseñado por Fonasa para mejorar el acceso a prestadores privados. Si bien el modelo busca ampliar opciones para los tramos B, C y D, los autores del estudio advierten que su implementación está plagada de incertidumbres. 

 

“La ley define un marco para la MCC que el gobierno tradujo en unas bases de licitación llenas de imprecisiones. Eso ha generado más de 500 consultas de aseguradoras potenciales”, advierte Sánchez. “Además, las condiciones establecidas probablemente lleven las primas cerca del límite superior permitido, lo que puede hacer poco atractivo el producto para los afiliados”, agrega. 

Junto con ello, el informe plantea que los incentivos a la selección adversa, la complejidad operativa, las multas por incumplimientos y las barreras de salida elevan los riesgos para los aseguradores, lo que podría derivar en escasa participación en la licitación. 

En estas condiciones, es poco probable que se cumpla el segundo objetivo de la ley —la implementación exitosa de la MCC— en términos razonables para los beneficiarios de Fonasa.