Gabriel León: “Esta ha sido una oportunidad para que las personas experimenten la ciencia ocurriendo en tiempo real”
En una charla ofrecida en el marco de la VII Conferencia Internacional de Cultura Científica, organizada por la Universidad Andrés Bello, el destacado comunicador científico Gabriel León analizó la pandemia a la luz del progreso de la ciencia y la percepción de ésta por parte de la población.
La Conferencia de Cultura Científica de la Universidad Andrés Bello se organiza cada año desde 2013 persiguiendo el mismo objetivo: acercar la ciencia a la sociedad y difundir el nuevo conocimiento generado por los científicos. Para Gabriel León, biólogo molecular y comunicador científico, la pandemia se ha convertido en una oportunidad excepcional para este fin; si bien es un momento en que se habla constantemente de ciencia, a la vez estamos llenos de dudas.
Así, luego de siete años liderando la organización de este evento, el autor de exitosos libros como «La Ciencia Pop 1 y 2» y la saga «Y otras preguntas raras que hago a veces» ofreció por primera vez una charla, titulada “Comunicando incertidumbre”.
“Muchas veces se espera que la ciencia nos dé respuestas concretas: ¿uso o no uso mascarilla? Y nos encontramos con que la ciencia difícilmente puede dar ese tipo de respuesta binaria”, plantea al comienzo, lo cual abre la posibilidad de explorar de qué forma se comunica incertidumbre desde la ciencia, y cómo ésta es percibida por las personas.
A diferencia de las epidemias en el pasado, el conocimiento de la enfermedad y el avance científico relacionado al nuevo coronavirus ha sido sumamente rápido. La pandemia de influenza de 1918, por ejemplo, provocó la muerte de 50 millones de personas y recién en 1997 se supo la causa: el virus AH1N1. O más atrás aún, cuando antes de que se supiera de la existencia de virus y bacterias, las enfermedades infecciosas en general eran la principal causa de muerte de la población.
En el caso del Covid19, en cambio, en sólo 54 días desde la alerta de la OMS se desarrolló un prototipo de vacuna, logrando también en poco tiempo la secuenciación completa del material genético del virus. “Algo sencillamente impresionante”, dice León. “Sin embargo, a pesar de estos avances, es la incertidumbre lo que parece dominar nuestra forma de enfrentar esta pandemia”.
Incertidumbre relacionada, por ejemplo, con aspectos cotidianos como el uso de la mascarilla, que en un comienzo se desaconsejaba fuertemente y hoy es obligatorio en espacios públicos. “Eso muestra cómo la evidencia científica va avanzando y generando conclusiones y recomendaciones al público”, señala el expositor.
“La calidad de la evidencia cambia en el tiempo, lo que hace que cambie también el mensaje que se entrega a las personas, y para mucha gente esto ha resultado desconcertante, porque están habituados a la idea de que la ciencia es una única verdad: una bolsa llena de respuestas”.
A su juicio, parte importante de esta problemática se debe a la forma habitual que tienen las personas de enterarse de los avances científicos y de la ciencia en general, que son las noticias científicas, las cuales muestran sólo el producto final de un largo recorrido; la guinda de la torta, y no su preparación.
La guinda de la torta
“Los productos de la ciencia no son lo mismo que la ciencia”, dice León. “Si nos limitamos a mostrar la ciencia sólo a través de las noticias, se genera en la población la sensación de que la ciencia es un producto lineal y directo”, cuando en realidad se trata de un proceso mucho más complejo. Los científicos generan conclusiones sobre la base de la evidencia que recogen, de manera progresiva y muchas veces errática, con cambios de opinión cuando se presenta nueva y mejor evidencia.
Hoy, entonces, con esta pandemia las personas se enfrentan a la ciencia en tiempo real, con la incerteza que ello conlleva. “El trabajo científico muchas veces ocurre en ambientes de gran incertidumbre. Estamos generando conocimiento nuevo y no sabemos lo que vamos a encontrar. Podemos tener una idea, pero hasta no comprobarlo, no vamos a saber qué está ahí”.
En este sentido, no solamente es importante estar pendiente de los avances científicos, sino también comprender que la ciencia en su método está hecha sobre errores y que se autocorrige progresivamente, por lo que no podemos esperar respuestas apresuradas. «La ciencia no es la verdad, sino una forma de pensar y de entender nuestro entorno», puntualiza León.
Lecciones de la pandemia
Así como la pandemia ha abierto una oportunidad para ver cómo opera la ciencia, Gabriel León invita a no quedarse con la idea errada de que el origen de la enfermedad se relaciona simplemente con que “alguien tomó una sopa de murciélago mal cocinada”. Las enfermedades zoonóticas emergentes, es decir, que tienen origen en animales, son un problema complejo y una de las preocupaciones más importantes de los científicos a nivel global.
Como ya ha sido ampliamente advertido por la ciencia, la causa de esta epidemia es la convivencia cercana entre seres humanos y animales silvestres, la destrucción de nichos ecológicos y el desplazamiento de estas especies hacia centros urbanos. Para el expositor, ésa es la lección más importante que puede dejarnos la actual pandemia por coronavirus: «Debemos cambiar nuestra forma de generar riqueza y de convivir con la naturaleza», cuya destrucción nos va a enfrentar nuevamente a otros virus como éste.
“También hemos aprendido cosas muy importantes con respecto al progreso científico y a la forma en que se genera conocimiento nuevo», dice finalmente, lo que, desde el punto de vista de la comunicación científica, es también una gran lección.
En este contexto, eventos como la Conferencia de Cultura Científica permiten conectarnos como comunidad, sobre todo en estos tiempos. Para conocer e inscribirte en las próximas charlas, visita ciencia.unab.cl