“Fibro relatos” el proyecto que unió a un grupo de estudiantes de Terapia Ocupacional UNAB con la agrupación de mujeres Fibroamigas
Las estudiantes Victoria Cortés, Camila Vicencio, Anelisse Riveros y Almendra Pérez se reunieron en el transcurso de su formación con Fibroamigas de Antofagasta, una comunidad de mujeres con diagnóstico de fibromialgia y que han demostrado gran resiliencia ante la vida.
Durante el transcurso de su carrera, las estudiantes de cuarto año tomaron contacto con la Agrupación Fibroamigas de Antofagasta, una comunidad formada por mujeres con diagnóstico de fibromialgia que han demostrado ser resilientes pese a las dificultades. Sin embargo, la principal problemática que las aqueja es la estigmatización y discriminación en diferentes contextos por desconocimiento de la enfermedad, desde los mismos profesionales de la salud hasta personas de su círculo más cercano. Todo esto radica en una falta de apoyo a sus necesidades.
Ante este escenario, Victoria Cortés, Camila Vicencio, Anelisse Riveros y Almendra Pérez de la carrera de Terapia Ocupacional UNAB se organizaron para facilitar la difusión de este colectivo como una comunidad activa, haciendo visible sus historias para educar sobre sus vidas y el conocimiento de esta enfermedad.
“Desde una perspectiva de Derechos, consideramos pertinente dar cabida a estos sucesos y acogerlos para fortalecer estos lazos, reconociendo a cada mujer como sujeto de derechos, capaces de tomar decisiones y participar en todas las esferas de la vida social” señalaron las estudiantes protagonistas del proyecto.
De este modo, las estudiantes realizaron la actividad denominada “Fibro relatos” que consta de crear breves relatos en torno a las preguntas generadoras ¿Qué es la fibromalgia para mí? y “Mi mensaje para los profesionales y la sociedad”, dando un enfoque subjetivo en primera persona desde su experiencia y descartando la hegemonía del conocimiento.
El proyecto se implementó en base a la educación popular con participación de cada una de las integrantes, lo que trajo como consecuencia el reconocerse a ellas mismas y a su enfermedad y poder comunicarlo con las otredades, ya sea con sus compañeras y la comunidad externa. Asimismo, propusieron compartir estos relatos a través de redes sociales para generar mayor alcance.