Facultad de Ciencias de la Vida UNAB realizó seminario sobre luz artificial nocturna y sus efectos con relevantes actores del área
Este contaminante ha sido reconocido como un problema de escala global en el siglo 21. Chile y otros países en desarrollo no escapan a esta problemática.
En el Campus Casona de la Universidad Andrés Bello se llevó a cabo el “Seminario técnico avanzado: luz artificial nocturna y sus efectos sobre sistemas socioecológicos”, organizado por la Facultad de Ciencias de la Vida y que contó, entre otros con la presencia de representantes del Ministerio de Medio Ambiente; el Comité Oceanográfico Nacional, CONA; el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, SHOA y de investigadores y profesionales de diversas instituciones.
“En Chile, menos del 1% de nuestra población tiene acceso a cielos oscuros. Esta realidad no solo limita nuestra capacidad para observar el vasto universo que nos rodea, sino que también interfiere con el equilibrio de nuestros ecosistemas, tanto terrestres como marinos. La luz artificial altera los ciclos naturales, poniendo en riesgo la vida silvestre y afectando nuestras prácticas de conservación”, sostuvo el decano de la Facultad de Ciencias de la Vida de la UNAB, Felipe Simon, en la inauguración del seminario.
El organizador del evento, el académico e investigador Cristián Duarte, explicó que la luz artificial durante la noche es una de las perturbaciones más generalizadas producidas por la actividad humana. De hecho, este contaminante ha sido reconocido como un problema de escala global en el siglo 21. Chile y otros países en desarrollo no escapan a esta problemática.
“Se ha empezado a reconocer que la contaminación lumínica podría estar afectando la salud humana, habiéndosela relacionado con algunas enfermedades, tales como el cáncer y desordenes del sueño. La astronomía ha sido otra de las áreas fuertemente afectadas por la contaminación lumínica. La presencia de está luz disminuye la calidad de los cielos para la observación astronómica”, manifestó Duarte.
En Chile, el 18 de octubre pasado, entró en vigor la nueva norma para el control de las emisiones de luz artificial, posicionando a Chile como uno de los países con mejores leyes para el control de este contaminante.
Jéssica Salas, profesional del Departamento de Ruido, Lumínica y Olores de la División de Calidad del Aire del Ministerio del Medio Ambiente, expuso en el seminario sobre las exigencias que tiene la normativa que ahora aplica a todo el país y que busca proteger la biodiversidad, la salud y los cielos. Explicó que el decreto que se aplica actualmente tiene exigencias: la primera, es la dirección de las luz, ya que deben apuntar hacia abajo; la segunda, es la calidez de la luz; también se establece un máximo de luminosidad, para evitar la sobre iluminación, lo que no significa ver ciudades más oscuras, sino que bien iluminadas; lo otro tiene que ver con las pantallas luminosas que se utilizan en la vía pública, para ellas se fija un horario de funcionamiento, las deben ser apagadas entre la medianoche y las 7 de la mañana.
Cristián Duarte recalcó que este seminario cobra relevancia pues el conocimiento de los impactos de este contaminante por parte de la sociedad resulta clave si se quiere implementar cualquier medida de control o mitigación.
“En el caso de la luz artificial, este es un desafío mucho mayor, ya que, a diferencia de otros contaminantes, la luz no es percibida como tal y la sociedad demanda más que menos luz. Esto presente un desafío mayor para los distintos actores que se encuentran trabajando en entender, proyectar y controlar los impactos de la contaminación lumínica. Así, seminarios como este, son herramientas claves para enfrentar esos desafíos”, concluyó Duarte.