Expertos debaten sobre desarrollo y desafíos de la industria del hidrógeno verde en seminario UNAB

Escrito por Felipe Tobar

El hidrógeno verde es un elemento clave para la transición energética en Chile y para avanzar hacia la descarbonización de la matriz y la reducción significativa de los gases de efecto invernadero. En ese sentido, el desarrollo de una industria del hidrógeno verde no es sólo una oportunidad, sino un desafío país de mediano y largo plazo que compromete los esfuerzos mancomunados del mundo público en una alianza estrecha con los privados y, sobre todo, con la academia, que entrega el conocimiento y posibilita generar las capacidades profesionales futuras para enfrentar este reto de manera eficiente y sostenible en el tiempo.

Es por ello que el Centro de Transporte y Logística de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello (CTL UNAB), en conjunto con la Agencia de Sostenibilidad de Energía (ASE) y el Ministerio de Energía, realizarona principios de marzo el seminario “Reconversión hacia el hidrógeno verde en la industria”.

El encuentro tuvo como eje abordar las oportunidades de desarrollo económico que podría generar la transición hacia el hidrógeno verde, fuente de energía limpia y sostenible, que posibilita mejoras sustantivas en términos de eficiencia y sustentabilidad, en diversas industrias, como transporte, energía y minería.

El evento contó con paneles de expertos que abordaron temas clave como el desarrollo del ecosistema de hidrógeno verde en Chile, las oportunidades de reconversión en el transporte terrestre, las políticas gubernamentales, la colaboración público-privada, y el impacto ambiental, entre otros.

El subsecretario de Energía, Luis Felipe Ramos, comentó, al inaugurar este espacio en el Campus Antonio Varas de la UNAB, que:

El desarrollo de la industria del hidrógeno verde es para nuestro país una política de Estado y una prioridad para el gobierno del Presidente Gabriel Boric. Es por eso por lo que en este gobierno estamos trabajando en un plan de acción del hidrógeno verde que establezca metas específicas desde el año 2023 hasta el 2030, para poder ir desarrollando esta industria.

La autoridad precisó que “esto requiere coordinar distintos ministerios, instituciones públicas, pero también al mundo privado, de manera tal de movilizar a todo un país en el desarrollo de una industria que ofrece, no sólo grandes oportunidades, sino que también es parte importante de nuestras metas para alcanzar la carbono neutralidad el año 2050, además de generar una nueva industria que nos proyecte hacia el mundo con un producto que se va a insertar muy bien en lo que va a ser esta nueva economía”.

Por su parte, la directora ejecutiva de la Agencia de Sostenibilidad de Energía, Rosa Riquelme, indicó que “si bien el hidrógeno verde es un energético que está disponible desde hace mucho tiempo, los desafíos de descarbonización nos plantean su incorporación de manera masiva, sobre todo en aquellos consumos que no se van a poder electrificar, lo que se traducirá en que las industrias se van a quedar sin alternativas, teniendo en cuenta la disminución de emisiones que tienen que hacer”.

Apuntó que es entonces donde el hidrógeno verde nace como una alternativa cuyo desafío es incorporarlo con costos que posibiliten que las industrias puedan seguir produciendo y las familias consumiendo de una manera más sostenible. En ese sentido, Riquelme subrayó:

Creemos que hoy estamos en una buena posición para empezar a generar las capacidades humanas que nos permitan abordar estos desafíos de manera eficiente.

El rol de las universidades

Julio Villalobos, director del Centro de Transporte y Logística de la UNAB, comentó que “las universidades y los centros de investigación, en toda transformación, así como en todo problema o desafío de las sociedades, cumplen un rol fundamental, deben acompañar y ser parte de dichos procesos. En el caso nuestro, como centro de investigación, generando conocimiento y evidencia para ponerla a disposición de los tomadores de decisión públicos y privados. Mirado desde la perspectiva de universidad, también nos permite acercar los problemas reales y las tendencias estructurales a todos nuestros estudiantes a fin de que, en lo posible, participen de estas y así responder al rol de preparar el capital humano que el país requiere en el futuro”. El académico e investigador de la UNAB afirmó:

Estamos comprometidos en participar desde una primera línea en este desafío, abordando con las herramientas propias de los centros de investigación las enormes complejidades que supone la generación de conocimiento para la transición energética que enfrentamos y de la cual el hidrógeno verde es un vector fundamental.

Uno de los paneles de discusión se centró en las posibilidades de reconversión que el hidrógeno verde ofrece para el transporte de carga terrestre. Al respecto, Julio Villalobos comentó que “el sector transporte es responsable de aproximadamente un 25 por ciento de los gases de efecto invernadero, por lo tanto, si no se descarboniza el transporte todos los objetivos de combate al cambio climático no se lograrán”.

“Nosotros, que estudiamos el transporte y la logística, debemos aportar al entendimiento de los desafíos, complejidades y beneficios de esta transformación, cuáles son los riesgos, y las oportunidades que en ella se dan. Nuestro rol es generar evidencia, conocimiento y también convocar a los actores claves para que esto se suceda de la mejor manera y la curva de adaptación y aprendizaje no sea tan costosa”, agregó.

Planes ambiciosos para el hidrógeno verde

Como el desarrollo de la industria del hidrógeno verde es un plan a largo plazo, el subsecretario Ramos explicó que los primeros años van a estar enfocados en el cierre financiero de los proyectos que justamente son los que se busca acoger en el país, para luego enfocarse en el desarrollo de la cadena de valor, que es toda la logística necesaria para el crecimiento de esta industria.

“Son planes bastante ambiciosos, pero sabemos que contamos con acuerdos políticos transversales, porque hay una continuidad de políticas públicas que nos permite tener la certeza de que los gobiernos que vengan continúen con esta política. Para ello, se ha creado un comité político estratégico transversal. Además, hay presencia de regiones y la academia, que es fundamental porque nos entrega los datos y la información necesaria para tomar decisiones que nos permitan proyectarnos en el tiempo”, puntualizó Ramos.

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