Ex- Ante | Raúl Figueroa y estudio de movilidad social en Chile: “Hoy los hijos están mejor que sus padres, pero se sienten más inseguros”
El director ejecutivo del IPP UNAB presenta un estudio de movilidad social de la UNAB, que compara la vida de quienes tienen 35 a 55 años con la de sus padres.
El ex ministro de Educación, Raúl Figueroa, presenta un estudio de movilidad social de la UNAB, que compara la vida de quienes tienen 35 a 55 años con la de sus padres. Respecto a las críticas de la OCDE sobre la educación primaria en Chile, señala: “La agenda de la primera infancia se ha abandonado en este Gobierno”.
-El estudio mide la movilidad no por ingresos, sino por 8 dimensiones que van desde la vivienda a la seguridad. ¿Cuál es el panorama general?
–El estudio muestra que Chile ha tenido una movilidad social ascendente durante una generación. Esto es, que hoy los hijos están mejor que sus padres, tendencia fuertemente influenciada por la educación y el acceso al consumo. Pero se sienten más inseguros. Es preocupante ver como la seguridad en el barrio ha disminuido, lo que impacta en el bienestar de las personas.
-Para la clase media, ¿la vivienda en un barrio seguro era más accesible en la generación anterior?
-Significa que los que tienen entre 35 y 55 años viven en un entorno en el que se sienten más inseguros que cuando tenían 14 años. El entorno en el que vivían sus padres no tenía los niveles de delincuencia actuales. Y eso, claro, no solo describe una realidad compleja, sino que también te marca un desafío para la política pública.
-Otra cosa que el estudio toca, pero que no se suele subrayar, es la caída en el interés público. Ahí hay una movilidad neta negativa. ¿A los hijos les interesa menos la política que a los padres?
-Vemos que hay una disminución del compromiso de la ciudadanía con la sociedad. No es simplemente si van a votar, sino que cuánto se conversa de política en la casa. Llama mucho la atención, porque demuestra que hace una generación atrás, los temas que involucran al país estaban mucho más presentes en la familia.
-Los papás siempre se preguntan si sus hijos van a tener mejor vida. ¿Qué respuesta entrega este informe?
-Lo que muestra este informe es que Chile, gracias a un conjunto de políticas bien enfocadas, ha tenido una movilidad ascendente durante una generación. En ese sentido el estudio incorpora un elemento interesante: las distintas determinantes que son palancas que movilizan. Si los recursos públicos se concentran en esos determinantes, la ruta de movilidad ascendente podría mantenerse. Por el contrario, si las políticas se desvían de esas determinantes, corremos el riesgo de entrar en un camino de neutralidad o descenso.
-¿Y cuáles son esas determinantes?
-Lo que hicimos fue identificar determinantes de contexto y determinantes individuales. Las de contexto son las que tienen que ver con la realidad en la que vive la persona y en la que vivían sus padres. Las individuales tienen que ver con factores específicos vinculados a características únicas de la persona. Por ejemplo la valoración del esfuerzo, el razonamiento abstracto, el capital social, que influyen de manera positiva. En esa misma lógica hay ciertos determinantes que generan condiciones negativas en términos de movilidad. Por ejemplo la discriminación de género. Y haber sufrido situaciones violentas en la infancia.
-El empleo es clave para progresar y en esa materia se ve que hay una movilidad ascendente en un 38%, pero el resto es nula o descendente. ¿Eso habla de un mercado del trabajo más complejo?
-Por un lado, la educación y el acceso al consumo permiten movilidad, pero el neto de la movilidad en el trabajo es de un 10,4%. Lo cual refleja lo crucial que es el crecimiento para poder hacerse cargo de una oferta laboral adecuada. Es decir, para mantener una senda de movilidad positiva es muy importante que el país mantenga una senda de crecimiento.
-¿Las proyecciones de 1,8 de crecimiento en la próxima década no bastan?
-El país tiene que recuperar una senda de fomento a la inversión para por esa vía generar mejores puestos de trabajo. Hoy día, tenemos una cobertura en educación superior que es muy positiva. Para que esos profesionales tengan empleos de calidad, es clave que el país crezca mucho más que un 2%..
-¿Este estudio es como una fotografía de la familia chilena, para bien o para mal?
-Tiene esta lógica multidimensional que permite hacerse cargo de una realidad más completa de los chilenos, y permite crear políticas más focalizadas. Nos va a permitir identificar de mejor manera quiénes son las personas que se han movilizado de manera ascendente, las que se han mantenido en la misma situación que sus padres y las que han descendido; para focalizar en estos últimos el esfuerzo.
-La OCDE advierte a Chile por una fuerte caída de inversión en primera infancia y alto número de alumnos por profesor. ¿Revela una debilidad estructural del sistema educativo chileno?
-La educación en la primera infancia es fundamental para el desarrollo de habilidades que tienen una influencia directa en la movilidad social. El pensamiento abstracto incide positivamente en prácticamente todas las dimensiones. Y la mejor manera de desarrollar pensamiento abstracto es hacerse cargo de la formación de los niños desde la más temprana edad.
La evidencia que muestra este estudio hace mucho sentido con las recomendaciones de la OCDE en cuanto a que la instrucción en primera infancia debería potenciarse. La agenda de la primera infancia se ha abandonado. Este estudio refuerza lo fundamental que es hacerse cargo de ella.
-¿Qué te parece esta propuesta de algunos rectores de universidades de bajar las exigencias para estudiar pedagogía?
-Es fundamental atraer los mejores talentos a la formación docente. Yo soy más de la idea de que eso se logra sobre la base de los incentivos correctos, más que estar estableciendo restricciones de puntaje. Chile algo ha mejorado, pero falta un conjunto de políticas que apunten a incentivar la atracción de talento a la sala de clases. Eso es vital.
-¿La violencia al interior de los colegios ha aumentado?
-La violencia tiene efectos complejos en el desarrollo de las personas. Nuestro estudio muestra que haber sido víctima de situaciones violentas durante la infancia tiene un impacto negativo en la movilidad social. Hoy día hay un proyecto de ley que está tramitando el Gobierno, que no va en una dirección correcta. Trata de imponer soluciones más bien generales y únicas, cuando esto requiere de espacios de innovación, flexibilidad y autonomía para que cada colegio pueda desarrollar sus planes acorde a las características específicas de sus respectivos proyectos. Creo que ese proyecto hay que revisarlo.