Columna de Pablo Urquízar: Crimen organizado y secuestro en Chile
El académico de Derecho y Coordinador Observatorio del Crimen Organizado y Terrorismo de la Universidad Andrés Bello (UNAB) comentó los resultados de un informe preparado por el OCRIT.
Pablo Urquízar, coordinador Observatorio del Crimen Organizado y Terrorismo, OCRIT, de la Universidad Andrés Bello (UNAB), se refiere al informe “Radiografía de la Seguridad en Chile 2014-2024: desafíos a la luz de la nueva institucionalidad del Ministerio de Seguridad Pública”.
El informe fue elaborado por el OCRIT y entrega un diagnóstico revelador: entre 2014 y 2024, según información oficial de Carabineros de Chile, los secuestros aumentaron un 74% a nivel nacional, totalizando 3.649 casos en el período.
«El secuestro, a diferencia de otros delitos más “visibles”, genera un profundo impacto psicológico y simbólico, pues desafía directamente el derecho más básico: la libertad individual y la seguridad personal».
«De ahí que su proliferación, especialmente cuando puede involucrar a actores del crimen organizado, erosiona la confianza en las instituciones y en la capacidad del Estado para garantizar los derechos y libertades fundamentales», sostiene Urquízar en su columna.
Y agrega que: «El secuestro debe entenderse muchas veces – no siempre- como un delito predatorio del crimen organizado, es decir, una conducta delictual que busca explotar a las víctimas para obtener beneficios económicos u operacionales, mediante violencia, intimidación o coerción».
«Este tipo de delito no solo implica una agresión directa contra las personas afectadas, sino que también refleja un patrón estructurado de criminalidad que se sostiene en el control territorial, el uso del miedo y la instrumentalización de la vida humana como recurso para el lucro o la presión», afirma el también académico de la Facultad de Derecho UNAB.
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