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Ex-Ante | Columna de opinión: Ludopatía juvenil: cuando el juego deja de ser un juego
Pablo Johnson, académico de la carrera de Psicología de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar, analizó el creciente problema de la ludopatía juvenil en Chile.
En una columna publicada por Ex-Ante, Pablo Johnson, académico de la carrera de Psicología de la U. Andrés Bello, sede Viña del Mar, abordó la problemática de la ludopatía en los jóvenes.
El experto señaló que «la expansión de la tecnología digital ha transformado profundamente la vida de niños, adolescentes y jóvenes. Lo que hace dos décadas era apenas un entretenimiento ocasional, hoy se ha convertido en un entorno permanente, portátil e ilimitado».
Un riesgo de esto es la ludopatía juvenil vinculada a los juegos en línea, las apuestas deportivas digitales, las loot boxes y los llamados juegos gacha.
«Estos sistemas, que combinan azar, inmediatez y recompensas intermitentes, operan bajo principios muy similares a los de una máquina tragamonedas. Solo que hoy caben en el bolsillo, funcionan 24/7 y no están regulados en Chile», explicó Johnson.
Además, el académico indicó que «Más allá del riesgo financiero o de las horas de sueño perdidas, la adicción al juego revela un fenómeno más profundo: la búsqueda desesperada de llenar un vacío. Cuando un joven juega compulsivamente, lo hace muchas veces para evitar un malestar emocional que no sabe nombrar».
«Por eso, más que moralizar o castigar, es fundamental aprender a reconocer señales tempranas de la ludopatía. No se trata de “etapas normales de la adolescencia”, sino de indicadores que, si se ignoran, pueden derivar en daños severos en la vida», advirtió Johnson.
Una de las primeras señales es la caída del rendimiento académico, a esto se suma un uso cada vez más secretivo del celular o del computador. La señal más crítica, sin embargo, es la pérdida de control.
Debido a esto, Johnson enfatiza que «Lo primero es comprender que la ludopatía juvenil no es un problema individual. No es únicamente responsabilidad del joven ni del hogar. Es un síntoma que interpela a un ecosistema completo: familia, escuelas, plataformas digitales, políticas públicas y una cultura que muchas veces ofrece el azar como promesa de éxito rápido».
«La ludopatía juvenil es un desafío urgente. No porque la tecnología sea el enemigo, sino porque ningún joven debería enfrentar sus angustias en soledad frente a una pantalla que promete alivio, pero entrega dependencia», sentenció el académico.
