Estudio indica que valores indicados para la Modalidad de Cobertura Complementaria serían hasta 62% más alto que lo indicado por FONASA
En un análisis realizado por el Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello se detalló que un cotizante de Fonasa con 2 cargas podría llegar a pagar hasta $147.842 adicionales al 7% de cotización legal para poder acceder a la nueva modalidad que se propone en la Ley Corta de ISAPREs.
En mayo de este año, en pleno desarrollo de la crisis de las ISAPREs, el Gobierno presentó un proyecto de Ley corta que busca fortalecer el Fondo Nacional de Salud a través de la creación de la Modalidad de Cobertura Complementaria (MCC). La iniciativa contempla cambios en las normas de las ISAPREs y otorga nuevas atribuciones a la Superintendencia de Salud y recientemente fue complementada con indicaciones adicionales.
Esta modalidad permitirá a los afiliados a FONASA acceder a una cobertura adicional, voluntaria y financiada mediante cotizaciones obligatorias y una prima plana por persona beneficiaria. Este modelo implica la posibilidad de un copago adicional. Aunque FONASA deberá realizar licitaciones para establecer precio, condiciones y cobertura, al ser voluntaria, la MCC operará esencialmente como seguros individuales, con características específicas relacionadas con información asimétrica, selección adversa y comportamientos oportunistas.
Sobre esta medida el Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello ha realizado un análisis de la prima o valor final sobre esta propuesta, la que inicialmente se estimó en $29.388 por persona, según el director de Fonasa, Camilo Cid.
A pesar de las indicaciones recientes al proyecto, aún no se ha actualizado este valor, lo que, según el informe, generaría incertidumbre sobre su viabilidad financiera. Además, se destaca que estas primas no constituirían ingreso fiscal ni formarán parte del presupuesto público, siendo equivalentes para todos los inscritos en la MCC.
En el informe, editado por Héctor Sánchez y Manuel Inostroza, director y académico del ISP UNAB, se evidencia que los cálculos aproximados por beneficiario serían entre un 55% y un 62% superiores a lo estimado por FONASA, es decir, el valor estaría en un rango entre los $45.500 y $47.691. Esto, sumado a otros costos no considerados en el análisis (como fármacos, prótesis y gastos de administración), que podría implicar un desembolso adicional significativo para los cotizantes.
“Para una familia promedio de 3,1 personas (CENSO 2017), significa un desembolso para los cotizantes entre $141.190 y $147.842 adicionales al 7% de cotización legal para poder acceder a la nueva MCC.” subraya el análisis.
Según Héctor Sánchez, el estudio proporciona información crucial para la discusión parlamentaria sobre este proyecto que pretende transformar la naturaleza de FONASA al incorporar esta modalidad, “es esencial tener una estimación precisa de los costos de la MCC para evitar aprobar una ley que no se pueda cumplir. Actualmente, el legislativo evalúa la propuesta con información limitada, ya que no cuenta con valores respaldados por una metodología validada, dependiendo únicamente por la estimación del director de Fonasa”.
Preferencia de prestadores privados
En otra arista, el estudio aborda el incremento en la elección de prestadores privados por parte de los beneficiarios de ISAPREs, destacando su creciente preferencia, en particular, por sobre la Modalidad Libre Elección (MLE) de los de FONASA.
A pesar de que este cambio en el comportamiento ha resultado en un aumento de recursos dentro del presupuesto de FONASA, se subraya que la tasa de utilización de proveedores privados por parte de los beneficiarios de Isapres es considerablemente más elevada, hasta 6,2 veces superior.
Este fenómeno, según consigna el informe, sugiere que, aunque los beneficiarios de FONASA han optado cada vez más por prestadores privados a través de la MLE, la proporción de beneficiarios de ISAPREs que eligen este enfoque es aún más pronunciada.
La disparidad en las tasas de utilización entre los dos grupos resalta la marcada preferencia de los beneficiarios de ISAPREs por los servicios privados, generando un panorama donde la competencia por los prestadores privados está más acentuada en el ámbito de las ISAPREs en comparación con FONASA. De acuerdo con el análisis, es crucial evaluar la dinámica de mercado y los posibles impactos financieros asociados con la implementación de la Modalidad de Cobertura Complementaria.
En tanto, el estudio sugiere la necesidad de realizar análisis complementarios para calcular con mayor precisión y especificidad los costos totales de la MCC. La falta de información detallada sobre los precios reales de prestadores privados y la ausencia de datos públicos sobre ciertos costos relacionados con seguros complementarios plantean desafíos metodológicos y destacan la importancia de una evaluación exhaustiva antes de implementar la MCC.