Estudiantes de Tecnología Médica analizan su regreso a clases presenciales
Jazmín Morales y Juan Vega, estudiantes de tercer año de la Escuela de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello, entregaron su visión respecto a lo que significa su regreso a las clases presenciales.
Tras casi dos años lejos de la práctica y laboratorios, debido a las medidas adoptadas por la autoridad sanitaria del país por la pandemia de Covid-19, los jóvenes futuros tecnólogos médicos se reencontraron con compañeros y profesores en un ambiente que cuenta, de todos modos, con los protocolos de seguridad para evitar contagios.
Por tal razón, con emoción y alegría fue el regreso a las clases presenciales de los estudiantes de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello. Así analizaron el momento.
“En primera instancia, volver a la casi normalidad nos hizo poder ver por primera vez a nuestros compañeros y profesores. Las clases online era un poco agotadoras, ya que debíamos estar casi todo el día sentado frente al computador y a veces costaba un poco entender los contenidos pasados en clases”, expresó Jazmín Morales, tercer año Tecnología Médica.
“Ahora podemos entender mejor los contenidos gracias a las prácticas, ya que desde hace dos años que no teníamos clases presenciales. Esperamos que se pueda volver pronto a la normalidad total y poder recuperar todos los laboratorios que no hemos podido tener y poder así desenvolvernos mejor en nuestra vida profesional”, concluyó la joven.
Por su parte, Juan Vega, también de tercer año, expuso que “como tecnólogos médicos con mención en Morfología y Citodiagnóstico, las clases presenciales han sido esenciales en nuestro aprendizaje, complementar lo aprendido en las clases teóricas junto con la practica presencial hace que lo visto cobre sentido, realizar las tinciones y cortes de tejidos nos acerca aun mas a nuestra meta de ser tecnólogos médicos. También nos ha acercado a nuestro profesor ya que, al estar en contacto cercano con él, nuestras dudas son aclaradas con mayor rapidez y a la vez personalizadas porque podemos experimentar de nuestros errores y seguir creciendo”.
Sin embargo, el estudiante subraya que las clases online también han tenido su lado positivo. “Nos permitió organizar nuestros tiempos y horarios. En lo personal, me permitió trabajar durante este tiempo. A su vez, conseguir textos y leerlos ha sido más fácil gracias a los profesores que nos han apoyado”.
Finalmente, Juan detalla que “el lado negativo de nuestras clases on line es que nos consume demasiado mentalmente, porque al no tener un contacto cercano con nuestros profesores, nuestras dudas permanecen más tiempo, no podemos experimentar y nuestro aprendizaje se basa en la imaginación, como también confiar en textos científicos que muchas veces están descontinuados o existe conflicto entre los autores”.