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20 Agosto 2024
Estudiante del Diploma en Habilidades Laborales relata su experiencia en UNAB y en su práctica: “Puedo aportar a las personas”
Jóvenes con necesidades educativas especiales por discapacidad cognitiva leve o por dificultades de aprendizaje, pueden cumplir su sueño de estudiar en la universidad. Tal es el caso de José Tomás Vitar, quien cuenta sobre la acertada decisión de estudiar en la UNAB.
José Tomás Vitar Fuenzalida tiene las cosas claras desde hace mucho. Su deseo de estudiar con el objetivo de tener un trabajo que le permitiera tener un sueldo y ser independiente como sus hermanos, conocer nuevas personas y compartir con ellas, finalmente te hizo realidad.
El joven estudia su último año en la mención Apoyo a la Producción Gastronómica del Diploma en Habilidades Laborales de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la U. Andrés Bello, sede Santiago, y ha tenido un destacado paso por las aulas, que se tradujo en desarrollar su práctica en la Pronto Copec, ubicada en el campus Casona de Las Condes.
“Estoy muy feliz, ya que me permitió aprender y practicar, conocer más personas y disfrutar de un buen lugar de trabajo. Madurar como persona y ser un aporte para mis compañeros de trabajo”, reconoce José Tomás de 24 años.
¿Qué tipo de apoyo has recibido durante tus estudios en el Diploma en Habilidades Laborales y en tu práctica profesional?
Gran compañía de mis profesores, me han guiado y acompañado en este desafío, han sido buenos conmigo, mucha paciencia y en la práctica he tenido grandes guías para ser un aporte en el mundo laboral.
¿Cómo manejas las dificultades que enfrentas mientras estudias y, luego, en las tareas que realizas en el trabajo?
Siempre conté con el apoyo de mis hermanos y papás, gran compañía en mis estudios y trabajo. Luego, de mis profesores y también de mis compañeros de trabajo, que me ayudaron a corregir en lo que andaba mal como también me motivaron a mejorar.
¿Qué es lo que más te gusta de tu actual trabajo y qué es lo que más te gustó de estudiar en el Diploma?
Lo que más me gustó es conocer personas, nuevos amigos, aprender y ser muy pero muy feliz en la UNAB y en mi trabajo. Ha sido uno de los mejores periodos de mi vida, la Casona es un gran lugar para personas que quieren sentirse independientes.
¿Cómo ha cambiado tu vida desde que comenzaste a trabajar en el lugar de tu práctica?
Mi vida ha cambiado mucho, tengo responsabilidades y tareas diarias, siento que puedo aportar a las personas con lo que hago. Me siento más feliz de la vida.
¿Qué consejos darías a otras personas con discapacidad intelectual que están considerando seguir un camino similar?
Que vengan a estudiar al Diploma en la UNAB, serán muy felices, sentirán que aportan y estarán en un gran lugar para aprender, además con muchos árboles, locales comerciales, un gimnasio, lindas y cómodas instalaciones, un equipo de profesores muy buenos y simpáticos.
El apoyo de la familia
Los padres de José Tomás, Carmen Gloria Fuenzalida y Mario Vitar, reconocen que decidir que su hijo estudie una carrera profesional ha requerido de un gran esfuerzo.
No fue una decisión fácil, sin duda una decisión familiar que cuestiona el pasar de un ambiente muy conocido y controlado familiar, a un ambiente desconocido y que requería de adaptación, como también evaluar sus capacidades de dedicar parte importante al aprendizaje diario y de las responsabilidades que asumía.
¿Qué tipo de desafíos enfrentaron al buscar oportunidades educativas y laborales para su hijo?
Siempre ha sido un desafío encontrar oportunidades para nuestro hijo, desde un buen colegio que contara con una integración real de personas en situación de discapacidad, como empresas que decidan contratar personas en situación de discapacidad. Desde que conocimos el Diploma en Habilidades Laborales de la UNAB y el equipo que lo dirige, supimos que sería una gran oportunidad de desarrollo y aprendizaje para nuestro José Tomás.
¿Cómo manejaron las preocupaciones y expectativas a medida que su hijo avanzaba en sus estudios y en su práctica profesional?
Sin duda, fue un proceso para nuestra familia, en que José Tomás fue ganando confianza y también la nuestra. Lo vimos muy feliz y poniendo todo su empeño en aprender, siempre con la guía y vigilancia de los profesionales del Diploma. Al partir su práctica profesional se vino un nuevo desafío de integración para nuestro querido hijo, pero volvió a encontrar el apoyo de sus profesores, y ahora el apoyo y amistad de sus compañeros de trabajo.
¿Qué tipo de apoyo y recursos consideraron más útiles para ayudar a su hijo a alcanzar sus metas?
Lo primero es el apoyo familiar en este desafío, implementar un buen lugar de estudio, contar con su notebook, disciplina diaria de estudio, y en la UNAB contar con el apoyo del equipo del Diploma de la UNAB. Otro tema que ha sido de gran apoyo, son las academias deportivas UNAB como hockey y básquetbol, que le permitió a José Tomás sumar más apoyo en su desarrollo social y de integración.
¿Cómo impactó el progreso de su hijo en el entorno familiar y en su perspectiva sobre la discapacidad intelectual?
En la medida que progresaba en sus estudios, integración y madurez, fuimos disfrutando gratamente y con orgullo de sus avances, nos demostró que era capaz de aprender una labor e insertarse laboralmente.
¿Qué estrategias emplearon para fomentar la independencia y la autosuficiencia de su hijo?
Lo primero asumir como un desafío Familiar, generar acompañamientos para nuestro hijo, luego la mejor estrategia fue confiar en el proyecto de educativo profesional que nos presentaron los profesionales y directivos del Diploma de la UNAB desde el primer día, como también de las mejoras y sugerencias posteriores y, finalmente, confiar en nuestro hijo José Tomás en este proceso.
¿Qué consejos darían a otras familias que están en una situación similar?
Confiar siempre en sus hijos y tener muy claro que sus capacidades también les permiten llegar lejos y sorprendernos en el ámbito profesional. Siempre recomendamos el Diplomado de la UNAB, ha sido una gran experiencia no solo para José Tomás, sino que también para nuestra familia. Atreverse y confiar en nuestros hijos es la clave.
