09 Octubre 2024

Estrategia | ACV, un cuadro que se puede prevenir

El académico de la Escuela de Fonoaudiología de la UNAB advierte que, con pequeños cambios se puede evitar sufrir un ACV.

Al ataque cerebrovascular (ACV) también se le conoce como infarto cerebral, apoplejía, isquemia cerebral, entre otras y corresponde a una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo. De acuerdo con información del Ministerio de Salud, las enfermedades cerebrovasculares son la primera causa de muerte en Chile en las personas mayores de 74 años y es la quinta causa de muerte en personas entre los 60 y 74 años.

Muchos de los factores de riesgo son prevenibles, tratables y es crucial en la reducción de su incidencia. Pero uno de factores más relevantes es conocer los síntomas, dentro de los que encontramos la debilidad o pérdida de sensibilidad en un lado del cuerpo, confusión, dificultad para hablar y problemas de visión. La atención médica inmediata puede marcar la diferencia con respecto a la recuperación y posibles secuelas.

En tanto la prevención del ACV comienza con la identificación y manejo de los factores de riesgo. La hipertensión es lo primero que hay que controlar y se puede lograr a través de cambios en la dieta, ejercicio y, en algunos casos, medicación. Asimismo, el control de la diabetes y el colesterol alto es esencial.

La actividad física constante también desempeña un papel fundamental, así como seguir una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales, grasas saludables y por supuesto, evitar el tabaco.

En caso de que ocurra un ACV, es necesario actuar con rapidez y buscar atención médica inmediata, y los tratamientos pueden incluir medicamentos como anticoagulantes o procedimientos para reparar vasos sanguíneos.

En el caso de secuelas, la rehabilitación es un componente clave en el proceso de recuperación y aquí es donde la fonoaudiología cobra especial relevancia. Muchos pacientes que sobreviven a un ACV experimentan dificultades en la comunicación y la deglución, lo que puede afectar gravemente su calidad de vida.

El profesional evalúa y aborda las dificultades mediante ejercicios específicos y técnicas de intervención, para recuperar habilidades de habla y lenguaje, así como a mejorar la deglución y prevenir complicaciones relacionadas, como la aspiración.