Entrenamiento cognitivo: ¿Qué papel juega la mente en el deporte de alto rendimiento?
Especialistas explican cómo las habilidades cognitivas pueden tener un impacto significativo en el desempeño de un deportista, incluso ante el riesgo de lesiones y la presión social.
A través de los años, los seres humanos aprendemos un sinfín de habilidades que nos permiten atender y percibir estímulos del entorno o de nuestro propio cuerpo, memorizar lo que sucede a nuestro alrededor, procesar información, planificar acciones, tomar decisiones, etc. Habilidades que sin ellas nos sería imposible desempeñarnos en nuestra vida cotidiana.
“Con este conjunto de habilidades nos referimos al funcionamiento cognitivo de las personas” indica el grupo de investigación Actividad física, Salud Mental y Cognición del Instituto de Ciencias del Ejericio y la Rehabilitación UNAB. El grupo está compuesto por los investigadores Dr. Christian Campos, Dra. Falonn Contreras, Dr. Enrique Cerda y la Dra. Nuria Pérez.
“Algunas de las actividades que desarrollamos diariamente exigen de nosotros mayores desafíos, sobre todo en el ambiente laboral y en situaciones de estrés, donde nuestro desempeño debe alcanzar altos estándares” señalan.
El deporte es gran ejemplo de estas situaciones, sobre todo a nivel de alto rendimiento, donde la presión y la exigencia aumentan, pues para muchos atletas los resultados no solo están asociados al logro personal o reconocimiento social, sino también a recursos económicos que sustentan una carrera deportiva, e incluso, a que puedan tener repercusión mediática.
Entrenando habilidades cognitivas
Los académicos señalan que las investigaciones en esta materia indican que algunas habilidades cognitivas como la atención, la memoria visoespacial, la velocidad de procesamientos y las funciones ejecutivas podrían ser fundamentales en el desempeño de deportistas de élite.
Gracias a estas destrezas, los deportistas pueden focalizarse en los estímulos del entorno de forma más eficiente, tomar decisiones más certeras en el contexto de juego, demostrar acciones creativas y novedosas, e incluso, inhibir estímulos distractores, como el dolor, la incomodidad y los impulsos; favoreciendo en logro de objetivos.
Lesiones y fatiga mental
Sin embargo, estas son solo algunas de las razones por las que las habilidades cognitivas adquieren importancia. Según el grupo, estas se ven implicadas en todo el proceso deportivo, llegando hasta influir en el riesgo de lesiones. “En este último aspecto la atención sería determinante, pues permite detectar rápidamente las acciones de un contrincante para evitar golpes indeseados. Por ejemplo, si el deportista pierde el foco, puede quedar “ciego” ante sus rivales y tener una mayor probabilidad de impacto” explican.
Por otro lado, la exigente actividad cognitiva y prolongada en el tiempo también puede llevar a los deportistas a lo que conoce como “fatiga mental”. Los investigadores UNAB señalan que esta “puede disminuir el rendimiento deportivo tanto en el entrenamiento como en la competición, pudiendo existir un compromiso atencional, del control emocional, la motivación o la toma de decisiones”.
Esta arista de la preparación deportiva ha abierto nuevas puertas de investigación, donde se pretende identificar estrategias para favorecer la recuperación mental en condiciones de alto nivel de estrés y carga cognitiva para deportistas de alto rendimiento.
Tecnología y entrenamiento mental
Así, las habilidades cognitivas se convierten en aspectos cruciales que podrían definir entre una victoria y una derrota – incluso una lesión-, por lo que entrenarlas siempre será un beneficio, señala el grupo de investigación de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación. Cuestión que tampoco le ha sido indiferente a la tecnología.
“Estas habilidades pueden ser entrenadas en entornos simulados o mediante dispositivos tecnológicos que utilizan sensores especiales e inteligencia artificial para favorecer la toma de decisiones en deportes colectivos como fútbol o voleibol” explica el grupo, quienes aseguran que estas experiencias han demostrado muy buenos resultados y hoy en día existen equipos profesionales que han sumado estas prácticas a su entrenamiento habitual.
“Se ha demostrado que la actividad física y cognitiva se encuentran íntimamente relacionadas y que los deportistas de élite pueden beneficiarse gracias al desarrollo de estrategias innovadoras que potencien sus capacidades, ampliando su proyección a nivel internacional” concluyen.