19 Diciembre 2024

Emol | «Nostalgia de movilizaciones»: Expertos calibran razones (y efectos) del «volanteo masivo» del FA

Felipe Vergara Maldonado, analista político y Doctor en Comunicación de la UNAB, analizó las causas y efectos de acciones provenientes desde los partidos oficialistas en medio del debate por la reforma previsional.

Una nueva controversia abrió el bloque oficialista, esta vez, a raíz del debate por la reforma previsional y la convocatoria del Frente Amplio -tienda del Presidente, Gabriel Boric- a un «volanteo» masivo en las capitales regionales del país.

La presidenta de la tienda, Constanza Martínez, quien en un medio de comunicación advirtió que «estamos en alerta ciudadana» e hizo un llamado a movilizarse «para que tengamos políticos que escuchen».

Más allá de lo expresado por Martínez, ¿qué busca el Frente Amplio con estas movilizaciones? ¿Podría el FA entrar en alguna tensión con el Partido Comunista por «la calle»?

¿Es razonable que las tiendas al interior del gobierno, sobre todo el FA, tienda del Presidente Boric, llamen a salir a la calle?

Para Felipe Vergara, analista político de la UNAB, el Frente Amplio está buscandovolanteo «generar cierta presión para que haya mayor preocupación en la ciudadanía y esto agilice la tramitación en el Senado, y también pretende contrarrestar lo que ha sido la campaña de las AFP sobre la reforma de pensiones».

Volanteo: causas y efectos

A juicio de Vergara, es difícil que este tipo de temas (salud, educación y, por cierto, pensiones) vuelvan a «concentrarse» en la calle, pues si bien son importantes, «las fechas no dan, no son fechas en que la gente esté mayormente ocupadas de estos temas. Difícilmente vamos a volver al NO+AFP».

En todo caso, el analista comenta que las tiendas o sectores deben tener cuidado con «atribuirse la calle», considerando que en este momento, «con la realidad país, con las características del Gobierno además, salir a la calle es contraproducente y hasta daña un poco la gestión del Gobierno y del Presidente Boric».

«Salir a la calle por las cosas que a algún sector u otro no le gusten, dañan la convivencia, porque se transforman en presiones sociales, que si bien pueden ser legítimas y válidas, se actúa a veces de forma poco eficiente, y después viene la ‘cobrada de vuelta'».

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