21 Octubre 2024

Emol | El impacto en tres frentes: Cómo la denuncia contra Monsalve remece la agenda y las «causas» del Gobierno

El subdirector del IPP UNAB, Gonzalo Valdés, reflexionó sobre las consecuencias para el gobierno de la acusación que enfrenta el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve.

La denuncia contra el ahora exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, recién está dejando entrever los primeros efectos políticos que golpean a La Moneda y ponen en tela de juicio la propia agenda del Gobierno, aquellas «bases» y banderas enarboladas con las que llegaron en 2022.

Esto, porque el protagonista de la denuncia de abuso sexual contra una funcionaria es contra la figura que encarnaba las labores en una de las carteras más relevantes y sensibles, especialmente en medio de la crisis de seguridad.

En segundo lugar, porque La Moneda supo de la denuncia que puso la funcionaria ante la PDI, el día martes 14 de este mes, sin embargo, no tomaron acciones concretas, como sacarlo del cargo, hasta el pasado jueves, horas después que La Segunda publicara que el fiscal Xavier Armendáriz estaba investigado el caso.

De ahí en más, las declaraciones que salió a hacer tanto la ministra del Interior, Carolina Tohá, como la ministra de la La Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, no hicieron más de dejar una serie de dudas y cabos sueltos en la narrativa y en la toma de decisiones del Gobierno.

Tohá reconoció haberse enterado de la denuncia el martes -desde los altos mandos de la PDI-, pero le permitieron a Monsalve viajar a la Región del Biobío a encontrase con su familia y contar lo que estaba pasando. El miércoles, el todavía subsecretario no se presentó a trabajar, presuntamente, porque estaba enfermo; y el jueves volvió al Palacio para continuar «normalmente» con sus labores, incluso liderando la presentación del Presupuesto en el ex Congreso.

Luego de aquello, y ya con la expectación mediática sobre él, se trasladó a La Moneda, probablemente, para afinar los últimos detalles de lo que sería su última alocución como subsecretario del Interior. Anunció que había presentado su renuncia al Presidente Gabriel Boric, dijo no conocer el contenido de la denuncia, y afirmó que era inocente de los hechos.

Nuevos antecedentes de la «gestión» de la crisis

El escenario para Monsalve sigue en materia judicial de aquí en más. Esto, mientras se conocen nuevos antecedentes en torno a cómo La Moneda gestionó la crisis.

A la denuncia y la investigación en curso por abuso sexual, se suma la confesión que le hizo Monsalve al Presidente Boric el día martes 15: le contó que él mismo revisó las cámaras de seguridad del hotel, lugar donde se hospedaba cuando cumplía sus labores en Santiago y donde se trasladó junto a la funcionaria ese domingo 22 de septiembre. Esto abrió otra indagatoria contra la exautoridad, por «obstrucción a la justicia».

Fue el propio Presidente Gabriel Boric, quien durante la tarde del viernes, en una errática alocución de 55 minutos, dijo que «el subsecretario Monsalve me comentó ese martes en la noche que él había revisado las cámaras del hotel». Agregó que «respecto de si hubo alteración de prueba, de si hubo obstrucción a la justicia, no tengo ningún conocimiento de aquello, eso es lo que se tiene que investigar».

La situación compromete, de paso, a la PDI, puesto que fue el lunes cuando Monsalve pidió la revisión del material audiovisual, cuando aún no existía una orden de un tribunal para aquello. De hecho, varios funcionarios desplegados por Monsalve fueron interrogados esta tarde en la Fiscalía Centro Norte.

Esta tarde, el director de la policía civil, Eduardo Cerna, intentaba zanjar parte de las dudas sobre el momento en que Tohá se enteró de la denuncia. Según contó, fue el día martes -lo que coincide con el relato de ayer de la ministra-, y aseguró que lo hizo «porque nosotros tenemos un nexo permanente con él, y él era el investigado». Eso sí, aseguró que no entregó los detalles de la denuncia a la ministra.

Otro antecedente de la trama apunta a la solicitud que habría hecho el gabinete del Ministerio del Interior a Carabineros de su avión institucional, esto para que Monsalve, aún como subsecretario, viajara hasta el Biobío para comunicar a su familia sobre la denuncia en su contra.

De acuerdo a Radio Biobío, esta solicitud se hizo el miércoles en la tarde-noche sin que Carabineros supiera sobre la denuncia. Así, cerca de las 08.10 del jueves, el avión institucional despegó desde Concepción con dirección a Tobalaba, Santiago, con Monsalve abordo.

A todo esta trama, se suma otro escenario, en clave política, también intrincado para al menos tres frentes clave del Gobierno, que de todas formas, en la suma, ya tiene consenso en que se trata de «un golpe muy fuerte» y «un terremoto político».

El factor seguridad

La salida de Monsalve de la Subsecretaría del Interior era, probablemente, uno de los últimos cambios que el Presidente Boric en algún momento. Pese a la crisis, la gestión del acusado por abuso sexual era bien evaluada, y se trata de una cartera, además de exigente, que no tiene margen para errores.

Marco Moreno, analista político de la Universidad Central, lo planteó a Radio Universo en estos términos a Radio Universo: «no se trata de cualquier autoridad. Hablamos del subsecretario del Interior, responsable de la parte administrativa, pero también del tema de seguridad, donde la crisis de seguridad evidentemente es un problema. Por eso, la salida de Monsalve golpea de manera importante al equipo de Gobierno; se produce una crisis en medio de la crisis».

Por su parte, Gonzalo Valdés, analista político de la UNAB, este hecho significa una «pérdida muy importante» para el Ministerio del Interior, lo que obliga a que se creen nuevos protocolos en torno a cómo se debe operar «de manera racional» en este tipo de situaciones.

Añade que «de alguna forma, parte del protocolo debe incorporar la idea de que hay funciones críticas, en que existen posibilidades de ataques institucionales basados en errores, y ahí las autoridades tienen que entender que no puede haber una pizca de duda de un comportamiento impecable, porque sufre el Estado completo, especialmente por la crisis de seguridad y las redes de los narcos, que deben ser los más contentos con esto».

El Gobierno feminista.

Una de las primeras declaraciones de principios de este Gobierno, es que sería feminista. Para ello, se dieron señales claras, como los primeros gabinetes paritarios y el aterrizaje de la cartera de la Mujer en el gabinete.

Pero la declaración del jueves de la ministra Antonia Orellana dejó una sensación diferente en este caso en concreto, puesto que, en un breve punto prensa, bien entrada la tarde, evitó referirse directamente a Monsalve o hacer alguna condena pública, como suele reaccionar frente a otros casos de esta índole.

En lugar de ello, sostuvo que «nosotras no distinguimos ni sector político, como ha quedado claro en casos de alcaldes o concejales que corresponden a todo el espectro, y no nos preocupamos de quién es la víctima, sino de poder cumplir la garantía de su derecho a un juicio justo».

Al ser consultada por qué un Gobierno que se declara feminista esperó la publicación de la denuncia contra Monsalve en un medio de comunicación, Orellana respondió que «tal como lo señaló la ministra Tohá, el Gobierno no esperó a que hubiera una publicación de prensa, sino que empezó a evaluar la situación una vez conocida a carácter general, la denuncia que se había interpuesto».

Sobre este punto, los analistas también ponen en acento en que Orellana «no dio el ancho». A juicio de Tomás Duval, analista político de la U. Autónoma, «en el tema de protección a las mujeres y a las víctimas, yo creo que esa reacción es la que el Gobierno fue lenta y la propia ministra me parece que no dio el ancho respecto a un tema que era muy sensible para el Gobierno, porque no era cualquier persona, era un funcionario de alto nivel y que tenía un protagonismo muy relevante».

Impacto en las municipales

El Ejecutivo, consciente de que varias actuaciones y definiciones podrían tener alguna incidencia de cara a las elecciones de este próximo 27 de octubre, había tomado algunos resguardos en sus discursos, como por ejemplo, no pronunciarse respecto al quinto aniversario del estallido social, o anunció hace pocas semanas el proyecto que pone fin al Crédito con Aval del Estado.

Pero la denuncia contra Monsalve -con impacto en el equipo de seguridad y los cuestionamientos al enfoque feminista-, podrían tener algún daño colateral para el sector oficialista en las municipales. Eso sí, de acuerdo a expertos, no sería «tan severo».

Para Moreno, esta es una crisis política que ocurre a menos de una semana de la elección, por lo que «no hay que descartar efectos que pueda tener en la medida que esto siga creciendo. Recordemos que la gente toma su decisión electoral cada vez más cerca del momento de la elección, por lo tanto, todo lo que ocurra días antes, horas antes, es un elemento que puede influir».

En esa línea, precisó que «no hay que descartar algún efecto que pueda tener por un eventual castigo, puede ser más en la elección de gobernadores, que tiene un criterio más político».

Duval, por su parte, sostiene que «es difícil saber si estas cosas llegan directamente a impactar en las elecciones», puesto que «las personas que van a definir estas elecciones son básicamente aquellas personas que no han votado en una elección de este tipo nunca, o alguna vez lo hicieron por alguna ocasión. Entonces es difícil saber cómo aquí puede impactar realmente».

En tanto, Valdés concuerda con Duval en torno a los posibles efectos, al menos en la municipales, por tratarse de una mirada más local. No obstante, subraya que «el golpe para el oficialismo es importante, sumado a que el feminismo era una de las banderas de lucha del Gobierno, y eso va a afectar a las campañas».