24 Julio 2025

El País | Investigadores UNAB analizan opciones de desarrollo a partir del sol

Freddy Flores y Cristóbal Parrado hablan de las condiciones inmejorables que tiene Chile en el Desierto de Atacama.

Los investigadores del Centro de Transformación Energética de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello, Cristóbal Parrado y Freddy Flores, escribieron una columna para el diario El País en la que hablan de las posibilidades que tiene Chile en base a la energía solar.

Freddy Flores

Freddy Flores

«En el corazón del Desierto de Atacama, bajo una irradiancia única en el planeta, duerme una fuente de poder capaz de cambiarlo todo. Allí, en 105.000 km² de roca y silencio, recibimos más energía solar por metro cuadrado que cualquier otro país del mundo. Si capturáramos solo ocho horas de esa luz, podríamos generar 108.000 TWh, 27 veces el consumo eléctrico anual de Estados Unidos. No es poesía. Es física», dicen los profesores de la UNAB.

Para ellos, el desafío que implica contar con esta cantidad de recursos es desarrollar la infraestructura que permita utilizar estos recursos. En ese sentido, recuerdan que en 2024 se perdieron cerca de 6 TWh de energía, «lo cual representa la misma cantidad que se necesita para poder alimentar la totalidad de la comuna de la Reina por 22 años».

«La energía solar podría alimentar no solo nuestras casas, sino fábricas limpias, trenes eléctricos, invernaderos en medio del desierto, data centers sostenibles y nuevas industrias que aún no existen», afirman.

«Mientras otros países gastan fortunas por descarbonizar sus redes, aquí esa transición es no solo posible, sino lógica», agregan.

Ejemplos a imitar

Casos como el de Finlandia, que instaló LUMI, uno de los supercomputadores más poderosos del mundo, alimentado 100 % por energías limpias, hacen pensar -proponen los profesores Parrado y Flores- en que en Atacama, «con su aire seco, radiación constante y excedentes solares, podemos instalar centros de cómputo que no solo sean los más eficientes del mundo, sino también los más verdes y baratos, permitiendo ampliar nuestras capacidades de conocimiento y desarrollo tecnológico y ser un referente en nuestra región».

Cristóbal Parrado

«Chile podría transformarse en una potencia energética digital. Una plataforma desde donde operar IA, simular cambios climáticos, desarrollar biotecnología o diseñar nuevos materiales (tenemos una capacidad única dada nuestra industria extractiva). Podríamos abastecer al mundo no solo con cobre y litio, sino con tecnología desarrollada en Chile», afirman.

El asunto, sostienen los expertos, es que se hace necesario ir más allá. «No basta con instalar paneles. Hay que construir infraestructura de transmisión moderna, fomentar el almacenamiento, establecer reglas claras para nuevos usos de la energía y formar capital humano técnico y profesional que nos lleve hasta allá, sin olvidar la transformación social necesaria para complementar el cambio con un vivir más sostenible».

Puedes leer la columna completa en este enlace.