El Mostrador | Y la sexualidad de las personas con discapacidad intelectual, ¿cuándo?

La directora del Diplomado en Salud Mental y Bienestar de Personas con Discapacidad Intelectual de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales (FECS) de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Paulina Varas Garcés, pone de manifiesto la importancia crucial de la educación sexual inclusiva para este grupo de la población.

Según Varas Garcés, la educación sexual es un tema que a menudo se pasa por alto o se aborda de manera insuficiente en relación con las personas con discapacidad intelectual. Sin embargo, enfatiza que este aspecto es esencial para permitir que estas personas puedan tomar decisiones informadas sobre su sexualidad, relaciones interpersonales y su propio bienestar.

La académica de la FECS UNAB señala que la educación sexual inclusiva no es solo un derecho fundamental, sino también una necesidad para empoderar a las personas con discapacidad intelectual. A través de una educación sexual adecuada y respetuosa, estas personas pueden desarrollar habilidades esenciales para mantener relaciones saludables y reconocer situaciones de riesgo.

También resalta que la responsabilidad de proporcionar educación sexual y apoyo no recae únicamente en las familias o las instituciones, sino que es una tarea que involucra a toda la sociedad. Su llamado es claro: la inclusión de las personas con discapacidad intelectual en la educación sexual es un desafío que debe ser abordado de manera integral por la sociedad en su conjunto.

La inclusión de las personas con discapacidad intelectual en la educación sexual es esencial para su desarrollo y bienestar, y es nuestra responsabilidad como sociedad garantizar que estas personas tengan acceso a la educación sexual que necesitan para tomar decisiones informadas y vivir vidas plenas y saludables.

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