El Mostrador | Una pedagogía que se ocupa versus una que se preocupa
Eliseo Lara Órdenes, Director del Programa de Pedagogía en Educación Media de la UNAB sede Concepción, opinó por los hechos ocurridos en Lota, con relación al resguardo de estudiantes por parte del director y profesores del establecimiento.
«Esta pedagogía del amor, como la llamó Paulo Freire, es una pedagogía del ocuparse, de hacerse cargo».
Es parte del texto que Eliseo Lara, director del Programa de Pedagogía en Educación Media de la UNAB sede Concepción, aborda con relación a lo ocurrido en Lota, donde el director de un establecimiento va a esperar a sus alumnos para evitar ser víctimas de la delincuencia.
Hace unos días conocimos por redes sociales una fotografía que muestra al director del Liceo Comercial Frei Montalva de Lota, esperando a estudiantes de su establecimiento en el paradero de micros.
De ahí vino una serie de entrevistas dando a conocer las acciones, que desde algunos años viene haciendo el equipo directivo y docente: ocuparse de sus estudiantes.
En el último tiempo, hemos sido testigos de peleas, acosos, situaciones de connotación sexual y, también de forma muy lamentable de muertes asociadas a situaciones de convivencia.
En síntesis, hay una gran problemática escolar en este sentido.
Pedagogía y Convivencia Escolar
De ahí que existen múltiples programas interviniendo en las comunidades, donde uno de los aspectos a mejorar que se han revelado, es que no hay mayoritariamente una visión compartida de la Convivencia Escolar en los equipos docentes y por ende, se dificulta la efectividad de las acciones gestionadas en post de mejorar el clima escolar.
Y eso es justamente lo que muestra que cambió el director José Antonio Vera en el Liceo Comercial, generando un cambio cultural de la práctica pedagógica, donde de seguro lo primero que resolvió fue aunar comprensiones y visiones sobre el qué hacer para mejorar la convivencia.
Esto muestra que, cómo decía Delors (1994), a convivir se aprende, y depende muchísimo de lo que como docentes hacemos.
Esta pedagogía del amor, como la llamó Paulo Freire, es una pedagogía del ocuparse, de hacerse cargo, ya que no basta con seguir sobre diagnosticando una situación para que otros, no sabemos quienes, la logren resolver, sino más bien de volver a mirarnos y situarnos como valiosos unos y otros.