03 Marzo 2025

El Mostrador | La importancia del Día Mundial de la Naturaleza: un recordatorio para la conservación

Francesca Machiavello, docente de la carrera de Administración en Ecoturismo de la UNAB, sede Concepción, explica la importancia de esta efeméride instaurada por la ONU en 2013.

Cada 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Naturaleza, instaurado por la ONU en 2013 para destacar la importancia de la biodiversidad y la vida silvestre.

La fecha coincide con la firma de la Convención sobre el Comercio InternacionalNaturaleza de Especies Amenazadas (Cites) en 1973, un tratado clave para la protección de especies en peligro.

Más que una conmemoración simbólica, esta jornada invita a reflexionar sobre el impacto humano en los ecosistemas y la urgencia de su conservación.

En un contexto de crisis climática y pérdida de biodiversidad, se refuerza la idea de que cada especie cumple un rol fundamental y que su protección es una responsabilidad compartida.

Día Mundial de la Naturaleza: contexto

El concepto de naturaleza ha evolucionado con el tiempo. En la Antigua Grecia, filósofos como Aristóteles lo usaban para describir el mundo físico y sus procesos, mientras que la ciencia moderna diferenció lo natural de lo artificial.

Hoy, la idea de naturaleza es aún más compleja, influida por la ecología, la política y la cultura.

La industrialización y el crecimiento urbano han acentuado la percepción de la naturaleza como algo separado de la humanidad, cuando en realidad formamos parte de un sistema interconectado.

Comprender esta relación es clave para protegerla en un mundo en constante cambio. Entonces la relación entre humanos y naturaleza es ambigua.

Dependemos de ella para sobrevivir, pero nuestra capacidad de modificar el entorno nos ha hecho sentir ajenos a él.

La urbanización y la tecnología han reforzado esta separación, reduciendo la naturaleza a un paisaje o un recurso explotable en lugar de un sistema del que somos parte.

Recuperar esta conexión es esencial para enfrentar la crisis ambiental. Hay que reconocer que nuestra salud y bienestar dependen de ella y puede ayudarnos a cambiar nuestra forma de interactuar con ella y a adoptar modelos de vida más sostenibles.

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