22 Septiembre 2025

El Mostrador | ¿Es mejor hervir o clorar el agua? Recomendaciones para un corte de suministro

La académica Natalia Sánchez, especialista en inocuidad alimentaria de la UNAB, sede Concepción, entrega consejos prácticos para almacenar, clorar o hervir el agua de manera segura y prevenir riesgos.

La interrupción programada del suministro de agua potable por 36 horas en la Región Metropolitana, si bien existe un plan de contingencia desde los municipios, obliga a tomar algunas precauciones a tener en cuenta al momento de abastecerse.

La académica Natalia Sánchez, especialista en inocuidad alimentaria de laagua potable corte suministro Universidad Andrés Bello (UNAB), explica, que el agua puede conservarse en condiciones adecuadas entre tres y cinco días.

Pero que dependiendo de su origen y condiciones de almacenamiento requerirá medidas adicionales.

Agrega que el agua comercial en bidones sellados mantiene su potabilidad hasta la fecha de vencimiento indicada, por lo tanto, se puede consumir directamente sin problemas.

Sin embargo, cuando reutilicen envases con agua de la llave, el procedimiento debe ser meticuloso.

“Lo ideal es hacer varios enjuagues con la misma agua de la llave, después llenarlo y cerrarlo y dejarlo en un lugar que no tenga luz del sol”, señala Sánchez.

Limpieza de bidones

Este cuidado es fundamental para evitar la proliferación de algas en recipientes que no están correctamente sanitizados o sellados.

La calidad del líquido almacenado, insiste, depende en gran medida de la limpieza previa del contenedor, y advierte sobre el riesgo de utilizar bidones que anteriormente hayan contenido detergentes o productos químicos, ya que los residuos son extremadamente difíciles de eliminar.

“No se debe utilizar bidones de origen desconocido, que no sabemos qué contuvieron o recipientes de productos químicos”, resume.

Origen del agua

Para aquellos casos en que el almacenamiento se prolongue más de 24 horas, o cuando el origen sea un pozo, la académica recomienda medidas de purificación adicionales.

El cloro se erige como una herramienta eficaz, aunque de aplicación precisa.

“A un litro de agua le puedes poner un par de gotas de cloro, porque esta agua ya viene clorada. Si hay disponibilidad de agua de pozo, sí o sí tiene que clorarse”.

La dosis indicada es de una a dos gotas por litro para agua de red, y una cucharadita de té por litro para agua de pozo, especialmente si presenta turbiedad.

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