El Mostrador | Columna de opinión: Democracia y negacionismo
Director de Administración Pública de la UNAB, Roberto Munita, repasa la frase de la exministra del Trabajo, Jeanette Jara, respecto de que existen otros tipos de democracia, esto en alusión a Cuba.
Días atrás, la exministra del Trabajo, Jeanette Jara, ungida como candidata presidencial del Partido Comunista, farfulló lo siguiente: en Cuba opera un sistema democrático distinto al nuestro.
La frase no pasó inadvertida y fue materia de análisis y opiniones en distintos medios de comunicación.

Roberto Munita, Director Administración Pública
El profesor y director de Administración Pública de la U. Andrés Bello, Roberto Munita, fue uno de los analistas que escribió al respecto. En un texto redactado para El Mostrador, sugirió lo siguiente:
«Llamar democracia a lo que ocurre hoy en Cuba no resiste el más mínimo análisis. Freedom House clasifica al país caribeño como “no libre” y le otorga apenas 10 puntos sobre 100 en libertades políticas y civiles. Amnistía Internacional ha documentado reiteradamente represión sistemática a la disidencia, detenciones arbitrarias y restricciones a la libertad de expresión y de asociación».
El profesor Munita recordó que en Cuba la «mayoría de los opositores políticos están exiliados, presos o silenciados. Además, Transparencia Internacional sitúa a la isla en el número 82 de su ranking de corrupción, con 41 puntos de un máximo de 100 (mientras más alto es el puntaje, más transparente el país)».
Para Munita, es llamativo que Jara sea más severa para referirse al régimen de Nicolás Maduro que para hablar de la situación política en Cuba.
«Hay argumentos para pensar que, desde una perspectiva institucional, Cuba está incluso más lejos de la democracia que la tierra de Chávez. En la isla rige un partido único y, aunque hay elecciones, no son competitivas», explica.
Munita, refiriendo a clásicos como Giovanni Sartori o Dieter Nohlen, sostiene que «la ausencia de elecciones competitivas, la falta de Estado de derecho y los atropellos a los derechos humanos, bastan para excluir a cualquier régimen del universo democrático».
En su opinión, el argumento de Jara para explicar la situación de Cuba aduciendo “bloqueo norteamericano” es estéril.
Por ello, dice, «si algo debemos exigirles a todos los candidatos presidenciales, de izquierda a derecha, es un compromiso total con la democracia, sin letra chica».
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