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El Mercurio | Prácticas innovadoras y basadas en las diferencias con foco en el alumno
Los expertos de la Escuela de Educación UNAB, Carmen Gloria Garrido y René Valdés, consideran que las prácticas innovadoras permiten que los estudiantes se involucren activamente en su proceso de aprendizaje y puedan explorar sus intereses personales.
En un mundo que enfrenta desafíos educativos sin precedentes debido a la pandemia, expertos en educación comparten sus perspectivas sobre cómo las prácticas innovadoras y un enfoque centrado en el alumno pueden ser la clave para un aprendizaje efectivo en la era post-pandemia.
La directora de la Escuela de Educación de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Carmen Gloria Garrido, destaca la necesidad de adaptar las metodologías educativas para abordar las brechas de aprendizaje que se han ampliado durante la pandemia.
Garrido también considera esencial que las escuelas se enfoquen en las fortalezas individuales de los estudiantes en lugar de centrarse en sus carencias. En este sentido, propone la implementación de prácticas diversificadas que se ajusten a las necesidades y potencialidades de cada estudiante.
Para el investigador de la Escuela de Educación UNAB, René Valdés, el enfoque en el alumno es una es esencial que los educadores trabajen colaborativamente en equipos de aula, utilizando adecuaciones curriculares y el diseño universal de aprendizaje para atender a las diferencias individuales. Estas prácticas innovadoras permiten que los estudiantes se involucren activamente en su proceso de aprendizaje y puedan explorar sus intereses personales.
Garrido y Valdés coinciden en que las técnicas de aprendizaje deben considerarse fundamentales en este enfoque centrado en el alumno. Además, resaltan la importancia de adaptar la organización de tiempos y contenidos para satisfacer las necesidades específicas de los estudiantes en lugar de seguir un criterio estandarizado.
En última instancia, ambos expertos enfatizan que el aprendizaje no debe limitarse al aula. Actividades como el deporte, talleres y tiempo de ocio deben integrarse de manera integral en el currículum, brindando a los estudiantes oportunidades para explorar nuevas dimensiones, expresar sus emociones y fomentar valores como el trabajo en equipo.
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