El Mercurio | ¿Por qué ha aumentado el precio del antimonio?
Alejandro San Martín, de Ingeniería UNAB, sede Concepción, contextualiza el efecto de la alza del valor de este metaloide a nivel mundial.
En un escenario internacional marcado por la competencia por recursos estratégicos y el debilitamiento del equilibrio geopolítico mundial, el antimonio está emergiendo como un mineral de creciente relevancia.
Este metaloide (porque no conduce la electricidad tan bien como los metales), de gran importancia en la industria militar, aeroespacial y automotriz, entre otras.
Experimenta un alza sostenida en su precio debido a restricciones en la exportación impuestas por China y la volatilidad de los mercados globales.
El antimonio es utilizado en baterías de plomo, retardantes de fuego y otras tecnologías.
Pero su mayor importancia es que es un elemento crítico en la producción de uniformes militares, tiendas de campaña ignífugas.
Y de muchos medios de guerra modernos, desde balas y proyectiles de artillería hasta gafas de visión nocturna, armas nucleares y misiles antitanque.
Este valor estratégico en defensa llevó a que los precios se dispararan este año cuando China, que controla casi el 50% de la producción mundial y un 75% de su refinación, excluyó a EE.UU. de la cadena de suministro de antimonio.
Antimonio: experto aclara el panorama
Alejandro San Martín, director de las carreras de Ingeniería Civil en Minas e Ingeniería Civil en Metalurgia de la Universidad Andrés Bello, explica que “la combinación del dominio chino de la producción y las sanciones a Rusia, el segundo productor mundial, ha generado una reducción de la oferta y una consecuente alza de precios en los mercados globales”.
Además, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca acrecentó la incertidumbre en el mercado de los metales estratégicos.
Su política proteccionista y la tendencia a restringir el comercio internacional han acelerado la carrera de los países por asegurar sus propias fuentes de suministro, intensificando la volatilidad del mercado.
Asimismo, el interés por diversificar las fuentes de suministro ha puesto en la mira a nuevos productores, como México, Bolivia y Tayikistán (en Asia Central), que podrían beneficiarse de la actual crisis.
Sin embargo, San Martín advierte que “la geología de los yacimientos de antimonio suele ser compleja y su distribución poco homogénea, lo que se traduce en altos costos, tanto de exploración como de explotación”.