14 Junio 2024

El Mercurio | Los potenciales efectos sobre la salud del fuerte temporal que afecta al país y cómo prevenirlos

Paula Sánchez, académica de Psicología de la U. Andrés Bello, sede Concepción, aborda desde el punto de vista de la salud mental de las personas lo que ocurre con este tipo de fenómenos naturales que azotan al país.

El intenso sistema frontal que desde hace varios días azota a gran parte del país genera no solo una alerta en el territorio por sus consecuencias. Una de ellas es la salud mental de las personas.

No solo hablamos de las complicaciones en términos de infraestructura vial, cortes de tránsito o bien de problemas de salud asociados a la lluvia, la humedad y el frío que, por cierto, se hará presente una vez que el sistema frontal haya declinado su actuar.

Por cierto, una de las complicaciones que las personas deben tomar en cuenta son los efectos psicológicos que trae consigo este tipo de fenómenos naturales.

En este sentido, uno de los efectos es el encierro, lo que viene de la mano de la ansiedad y el estrés. El bienestar emocional y la resiliencia son consecuencias de una buena preparación familiar para afrontar este tipo de hechos.

Salud Mental: preparación adecuada

saludFenómenos climáticos como el que afecta al país estos días suponen un impacto material y físico, pero también a nivel de salud mental, advierte Paula Sánchez, académica de Psicología de la Universidad Andrés Bello, sede Concepción.

Junto con las medidas preventivas y de respuesta que adopten las autoridades, es importante «que las familias generen sus propios planes de acción ante emergencias», que ayuden a reducir el estrés y la ansiedad.

«La preparación familiar desempeña un papel fundamental en la reducción de las consecuencias de las catástrofes, aumentando la seguridad y la eficiencia en la respuesta inmediata, y fortaleciendo el bienestar emocional y la resiliencia a largo plazo», enfatiza.

Tres puntos son claves, precisa: la capacidad de anticiparse (saber cómo actuar y tener artículos esenciales a mano), considerar a los niños (brindándoles sensación de seguridad, pese al contexto) y la validación de las emociones (brindar espacios para expresar temores y preocupaciones).

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