El Mercurio | Leonardo Padura: «Mi propósito es escribir una crónica íntima de la vida cubana contemporánea»

De  pronto, todo estaba pasando en Cuba. Parecía que el deshielo había comenzado: en marzo de 2016 The Rolling Stones dio un multitudinario concierto gratuito, la casa de modas francesa Chanel organizó un desfile de moda y la franquicia de películas de acción “Rápido y furioso” rodó unas escenas en las calles de La Habana.

Por si eso no fuera suficiente, el Presidente Barack Obama visitó la isla rompiendo con una distancia de décadas con Estados Unidos. “Se vivió una efervescencia. Corre el dinero, la gente viaja a Miami por el fin de semana, se montan negocios. Estaban cambiando las cosas, la gente tenía una esperanza de mejorar la situación de la vida cotidiana”, recuerda el escritor Leonardo Padura que miraba con alguna distancia el momento, pero que ahora recuerda con nostalgia. “Ese tiempo duró un periodo muy corto y luego se esfumó”, agrega.

Padura (1955) habla al teléfono en su casa en La Habana, donde ha vivido toda su vida, La repercusión internacional de sus novelas, con pequeños clásicos como El hombre que amaba a los perros, podría haberlo llevado a vivir en cualquier parte del mundo, pero él se ha quedado allá. Es una resistencia vital ante la múltiples crisis políticas y sociales que atraviesa cada cierto tiempo la isla y, a la vez, un modo de trabajo: sus historias Son la de Cuba. Necesita estar ahí para verlas surgir, crecer y estallar. Casi nunca se trata de historias muy bellas. “La felicidad es poco literaria, porque es poco dramática. La tragedia, el drama, se alimenta de los conflictos y las desgracias, pero yo preferiría que tuviéramos menos drama y poquitito más de felicidad en Cuba”, sostiene. Eso sí, él prefirió saltarse el recital de The Rolling Stones. “Yo soy de principios bastantes rígidos en algunos asuntos. Soy de los Beatles, no de los Rolling.

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